Rafael Olivero de Fuerza Juventud afirma «los dominicanos somos refugiados moderados» en una nación fracasada

Entrevista se le realizó a Rafael Olivero, joven dominicano altamente preocupado por el devenir histórico de la nación.

Es un joven estudiante de Ciencias de la Computación en Holanda, Europa, que llama la atención por su participación activa en las redes sociales a través de vídeos y textos de reflexión y crítica social, además también sabemos de él que está llevando a cabo la formalización de un movimiento llamado Fuerza Juventud. Sin embargo, en las siguientes líneas nos dedicaremos a investigar quién es la persona que está detrás de ese revolucionario que ha elegido, por el momento, hacer sentir sus opiniones a través de las redes.

E: Nuestra primera pregunta va orientada a saber, según las propias palabras del entrevistado: ¿quién es él?

R: Joven dominicano. Firme y determinado: sin perder jamás la ternura. Orgulloso dominicano: pero sobre todo, orgulloso humanista. Pensador: convencido que la filosofía traiciona, de no haber filosofía que impulse lo concluido a la práctica. Soñador, realista: lo soñador, con eufórica fantasía, me sumerge en el mar y, cuando estoy a punto de llegar a lo más profundo, lo realista me hace retornar antes de quedar sin oxígeno.

E: En nuestro país el sentimiento de irse a vivir fuera es casi un sentir nacional. ¿Qué hace al joven Olivero sentir orgullo en un país donde son más lo que se quieren ir, que los que regresan?

R: Mi orgullo proviene de nuestra historia lejana, no de la cercana, ya que de la última mucho más que beneficiado, he sido víctima. El sistema sociopolítico y económico vigente, fruto de la política oxidada que le han impuesto al pueblo, se ha encargado de arrebatarle las últimas posibilidades al pueblo dominicano para poder vivir en suelo patrio dignamente. Somos los “refugiados moderados” de una nación fracasada.

E: Me parece muy interesante tu interpretación de la sociedad dominicana como “refugiados moderados”. Yo más bien diría que más que refugiados, somos secuestrados… Pero bien, quizás la siguiente pregunta vendría siendo un “cliché”, sin embargo, sin caer en el llamado a empoderarnos, qué crees tú que deben hacer los jóvenes que sueñan con un [país] menos desigual ¿qué pueden hacer ellos para borrar la condición de “refugiados” de la que hoy nos habla?

R: “Si no nos dejáis soñar, ¡no os dejaremos dormir!”, denunciaba una joven indignada partícipe del movimiento 15-M en España.

A los jóvenes compatriotas ya por décadas les han arrebatado la libertad del soñar y, con cínico mecanismo, les inducen pesadillas por doquier para que no se atrevan a intentarlo. “¡Es prohibido soñar!”, advierte un letrero poco antes de pisar tierra patria. “¡Es prohibido soñar!”, recalcan los tan largos discursos de los oligarcas. Y, “¡Es prohibido soñar!”, es la descripción exacta de la filosofía de vida que ellos quieren que el pueblo acepte como única. Ellos entienden que mientras se prohíba soñar, el pueblo será incapaz de imaginarse lo que le fue arrebatado, pero que por naturaleza siempre le corresponderá, que es la libertad.

A la juventud le quedan sólo dos caminos: conformismo o rebelión pacífica. O resignarse a no soñar, o endurecerse y decirles con firmeza que “Si no nos dejáis soñar, ¡no os dejaremos dormir!”. Antes de tomar en consideración los caminos, es preciso recordar las sabias palabras del político y escritor cubano José Martí, cuando decía que “los derechos se toman, ¡no se piden!; se arrancan, ¡no se mendigan!”.

Rafael Olivero


Rafael, mientras observa la ciudad de Rotterdam, Holanda.

E: Vemos en ti, además de ese pensamiento revolucionario, subyace alguien que utiliza algo de poesía en sus palabras ¿Cuál sería tu poema preferido?

R: “El hombre nace libre y, sin embargo, por doquier está en cadenas.” – El contrato social, 1762, del gran filósofo francés Jean-Jacques Rousseau.

E: Y para que el público lector te conozca un poco más, tienes alguna canción que podamos compartir.R: “El necio” – Silvio Rodríguez

E: De la canción “El necio”, ¿cuál es la estrofa o frase de la misma, que más llama tu atención?

R: “Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá dios, que será divino. Yo me muero como viví.”

A continuación la pieza musical de la que nos habla Rafael:

E: Rafael, tienes tú algún artista preferido?

R: Varios. Mas no fuera capaz de elegir uno entre estos por tener la convicción que juntos forman una unidad y no deberían ser escuchados por separado: Leonardo Favio, Silvio Rodríguez, Alí Primera, Los Guaraguao, Piero, Víctor Jara, Soledad Bravo & Mercedes Sosa.

E: Bueno, gracias por aceptar esta plática a pesar del gran océano que te separa de la isla, antes de terminar la entrevista, nos gustaría brindarte la oportunidad para que nos dejes plasmado un mensaje dirigido a esa sociedad “refugiada” que quizás hoy tiene la oportunidad de leer este espacio:

R:  Gracias a ti por la entrevista y felicitándote por iniciar este proyecto. Siempre estaré a la disposición de la juventud brillante de nuestra patria. No pretenderé dejarlos plasmados, más bien, crear conciencia:“¿Quiénes viven para siempre?”, fue la pregunta que me hice poco después de recordar que la vida es dinámica. “¡Nadie vive para siempre!”, fue precisamente la respuesta con la cual no respondí. ¿Podemos decir que Mahatma Gandhi o el revolucionario Ernesto “Che” Guevara dejaron de existir? No. Porque los ideales y las filosofías por las cuales ellos vivieron, permanecen vivas en las venas de quienes creyeron y creen en ellos.

En la historia humana, los grandes hombres más que por lo material, se preocuparon por cómo entrar a la historia. Ellos, entendieron que pueden ser subyugados, pisoteados, oprimidos y desvalorizados. Pero nunca olvidaron que mientras más dura fuese la represión, más grande sería la llama de la victoria en sus corazones, e iniciaban con cabeza en alto, sus caminos.

Con eso dicho, mi más valioso consejo para la sociedad es, que no permitas partir sin antes impactar al mundo con acciones de bien. No permitas rendirte, sin antes idear mil razones por las cuales seguir adelante. Y sobretodo, no olvides, que un solo pensamiento puede llevar a una gran idea. Y una sola idea puede ser el comienzo de una gran victoria. Sembremos ideas, y viviremos para siempre.

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