A partir del año 2004 fecha en que el PLD retomó el Poder, la República dominicana ha visto como se ha disparado a niveles estratósferos su deuda pública la cual para el 2004 estaba situada en unos 9 mil millones de dólares pasando a estar ahora en unos 36 mil millones de dólares, un incremento exorbitante en una economía como la nuestra pequeña, débil y sin estar sustentada sobre sólidas estructuras que hagan sostenible todo este atolladero económico.
Si estos datos resultan altamente alarmantes, peor resulta el análisis de la situación de la calidad de vida que vive la población la cual ha pesar de esos significativos crecimientos económicos, se ha mantenido en niveles totalmente espantosos con una deficiencia en todos los servicios públicos como el suministro eléctrico, los servicios hospitalarios, la calidad educativa, la seguridad ciudadana, la deficiencia en la transportación pública y hasta en el suministro de agua potable la cual solo llega permanentemente a zonas privilegiadas del país.
Nos preguntamos si ha valido la pena hipotecar las arcas públicas para provocar unos crecimientos económicos que no han devenido en el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros conciudadanos. Para que endeudarse si ese dinero no se invierte en obras productivas que puedan generar las riquezas con las cuales pagar esa deuda.
Hasta cuando el hegemónico partido gobernante PLD tomará conciencia sobre la peligrosidad de seguir descontroladamente endeudando e hipotecando el futuro del país. Consideramos que llego la hora de que la sociedad dominicana se empodere y rechace en lo absoluto todo este desmedido endeudamiento que limita las posibilidades financieras del gobierno para poder satisfacer los reclamos sociales legítimos que hay en el pueblo. Mas del 85% del presupuesto nacional se utiliza para el pago de la nómina pública y de los intereses que genera la deuda, quedando apenas un 15% del presupuesto nacional para ser utilizado en la construcción de las obras necesarias del país y para poder mejorar los servicios públicos que ofrece el estado a los ciudadanos.
