EDITORIAL: Un quiebre histórico

Por Leonardo Jaquez

Por primera vez en la democracia dominicana post trujillo, la iglesia como actor mediador, y el empresariado y la vieja clase política tradicional son impugnados para que en nombre del pueblo realicen acuerdos políticos de aposentos.

En la era de las redes sociales, la sociedad ciudadana apartidista y de la antipolitica, las licencias sociales dejaron de ser un cheque en blanco al portador.

Si el otrora glorioso no logra interpretar este brusco cambio fenomenológico de la sociedad dominicana, temo desde ahora que en el próximo cuatrienio seamos testigo del primer quiebre constitucional en la República Dominicana desde aquellos aciagos días en que el profesor Juan Bosch fue desterrado del poder.

La sociedad no resiste un nuevo borrón y cuenta nueva, ni otra repartición en la elección de los nuevos jueces de las altas cortes, ni nombramientos de dirigentes politicos en los órganos persecutores y supervisores de la administración de los recursos públicos.

Las licencias sociales que se fundamentaron en el compromiso ciudadano de respetar el ciclo electoral, llegaron a su fin. En estos momentos vemos una sociedad dispuesta a provocar el quiebre si esto se hace necesario para la reconstrucción nacional, sin tener que esperar la realización de nuevas elecciones para elegir a los mismos políticos que con las mismas mañas perpetúan las mismas problemáticas básicas que por décadas nos afectan.

En ese sentido, el próximo presidente que surja de las elecciones ha realizarse en mayo debe comprender a fondo sobre estos peligros que le van asechar. Porque como dice Moises Chain «Hoy, el poder se ha hecho más fácil de obtener, más difícil de usar y más fácil de perder».-

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