Santo Domingo, la primera Ciudad del «Nuevo Mundo», es actualmente un lugar inhóspito y huérfano de una verdadera autoridad municipal que asuma su responsabilidad histórica de poner en orden todo este caos, desorden y arrabalización que vemos a diario.
No es posible el desarrollo armónico de nuestras vidas en un contexto de acoso permanente de cientos de parqueadores, parques públicos inseguros, caos en el transito vial, basura por doquier entre otras precariedades que evidencia la ciudad con tan solo un ligero asomo.
El alcalde David Collado, lamentablemente, sobre quien los capitaleños depositaron su confianza para la necesaria transformación de santo domingo, nos ha fallado hasta el momento.
La actual gestión municipal que encabeza Collado aun se encuentra en la etapa media, por lo que esperamos que aproveche estos dos últimos años para enderezar un rumbo grisáceo y al cual muchos ya han calificado de «fallido».