EDITORIAL: Una democracia fétida

Cuando en una democracia las voluntades ciudadanas construyen espacios de poder, esta florece y se afianza en el imaginario nacional como un instrumento que debe ser defendido en beneficio de todos.

Pero cuando lo que acontece es totalmente lo contrario, pequeños grupos enquistados en las principales fuerzas políticas imponen con el dedo las estructuras internas y las candidaturas electivas congresuales y hasta presidenciales, la democracia muere lentamente.

Y es lo que precisamente esta pasando con la democracia dominicana, los partidos que la conforman son cada vez menos democráticos y participativos. Estos se han convertido en estructuras involucionadas incapaces de plantear respuestas modernas ante los complejos retos existentes en esta nueva era de la tecnología, la nanorobótica, la inteligencia artificial y el big data.

Como solucionar todo esto, como transformar una democracia fétida que no ha sido capaz ni siquiera de resolver ninguna de las problemáticas nacionales que por mas de 40 años nos han afectado.

Esta es la gran inquietante que tenemos todos y el reto que tiene por delante la nueva clase política que aspira dirigir la nación en los próximos años. Encontrar la solución es una urgencia de 911.

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