Google anuncia el cable submarino Grace Hopper, que unirá EEUU, Reino Unido y España para dar soporte a sus servicios

El gigante de internet Google ha desvelado este martes que va a desplegar un nuevo cable submarino de fibra óptica que unirá EE UU, Reino Unido y España con la intención de mejorar el acceso a sus servicios para los usuarios en Europa, al tiempo que le permitirá diversificar y mejorar la resistencia de la red de Google.

El proyecto, que se espera esté terminado para 2022, ha sido anunciado por el vicepresidente de Google Global Network, Bikash Koley, quien explica que este cable supone la primera inversión de la compañía en un cable privado al Reino Unido y «nuestra primera ruta a España». Según el ejecutivo, el desembarque del cable en España “integrará aún más en nuestra infraestructura global la próxima región de Google Cloud en Madrid».

Google anunció el pasado 11 de junio una alianza con Telefónica para abrir precisamente su primera región de centros de datos en España, un acuerdo que llegaba en pleno boom del uso de la nube por la pandemia.

Desde la compañía explican que en la actualidad el 98% del tráfico internacional de internet circula a través de cables submarinos. “Y, a medida, que nuestra forma de trabajar, entretenernos y relacionarnos con los demás se hace más digital, resulta más importante tener una conectividad de confianza. Y de ahí que hayamos decidido extender Grace Hopper [nombre del cable] entre los tres países, para proporcionar un mayor soporte para la red que acoge los productos empresariales y de consumo de Google”, continúa Koley.

El nuevo cable, que saldrá de Shirley (Nueva York) e irá a parar a Bude (Reino Unido) y Bilbao (España), se suma a otros tres cables submarinos privados desplegados por la compañía: Curie, Dunant y Equiano, que conectan diferentes continentes a través del fondo del océano. Con la puesta en marcha de Grace Hopper, Google ya cuenta con inversiones en 15 cables submarinos en todo el mundo, incluyendo esos tres cables privados citados, según fuentes conocedoras del proyecto.

“Los cables submarinos privados nos permiten planificar de forma efectiva las necesidades de capacidad futura de nuestros clientes y usuarios en todo el mundo, así como agregar una capa de seguridad que va más allá de lo que está disponible en la red pública de internet”, señala el ejecutivo de Google.

La tecnológica no ha querido desvelar la inversión que va a hacer para desplegar esta infraestructura de comunicaciones. Lo que sí explica es que cuando esté en funcionamiento, Grace Hopper será uno de los primeros cables nuevos en conectar EE UU y Reino Unido desde 2003, aumentando la capacidad global e impulsando servicios de la multinacional como Google Meet, Gmail y Google Cloud.

El nuevo cable, que recorrerá 6.300 kilómetros de EE UU a España, estará equipado con 16 pares de fibras (32 fibras en total), “lo que supone una actualización significativa de la infraestructura de internet que conecta actualmente EE UU y Europa”, indica Koley, que destaca que Grace Hopper va a contar con “conmutación de fibra óptica, una tecnología que mejora la fiabilidad de las comunicaciones globales, lo que nos permitirá mover mejor el tráfico en caso de que se produzcan cortes”.

Según el directivo, es el primer cable submarino del mundo en utilizar esta tecnología, que ha sido fruto de una colaboración que prevén implementar en otras infraestructuras futuras. Fuentes conocedoras del proyecto explican a CincoDías que, con la nueva tecnología que introduce Google, la capacidad de Grace Hopper será de aproximadamente 340 Tbps, lo que equivale a 17,5 millones de personas viendo vídeos 4K en streaming de manera concurrente.

El contrato para fabricar e instalar el cable fue firmado hace unos meses con el proveedor de cable submarino SubCom, con sede en Eatontown (New Jersey). La arquitectura utilizada en el mismo, que permitirá, según fuentes conocedoras del proyecto, ofrecer una mayor resistencia a nivel de red y flexibilidad para ajustar errores imprevistos y patrones de tráfico porque podrá ajustarse de manera dinámica la capacidad entre los puntos de desembarque, ha sido fruto de una estrecha colaboración entre los ingenieros ópticos de Google y el equipo de I+D de SubCom.

Las mismas fuentes señalan que el nuevo cable será una parte esencial de la red de Google, que quiere dar respuesta a la actual explosión de consumo de datos, que están aumentando la tensión en las redes existentes. “Grace Hopper permitirá gestionar el tráfico de forma rápida y segura entre EE UU y Europa, dando a los usuarios europeos acceso a los servicios en línea de Google, así como a sus recursos informáticos y de nube con baja latencia, un elemento esencial con la explosión de la digitalización”, apuntan.

«La pandemia por el Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de la conectividad, y lo clave que es contar con una red estable y confiable», según señala Tom Meyer, vicepresidente de la firma de análisis IDC, que destaca lo relevante que es invertir en infraestructura.

Con este cable de Google, España sigue ganando posiciones como hub de interconexión en Europa. La infraestructura de Google se unirá a otros tres cables submarinos recientes como son Marea, desplegado por Microsoft, Facebook y Telefónica, con 6.600 kilómetros y una capacidad de 160 Tbps. Este cable está operativo desde mediados de 2018 y conecta EE UU y España. El segundo, EllaLink, con 9.200 km y una capacidad de 72 Tbps, conectará Sao Paulo, Lisboa y Madrid; el proyecto está previsto que se lance comercialmente este mismo año. Y, el tercero, Orval, de las compañías Islalink y Algérie Télécome, que une desde 2017 Argelia y Valencia, con una extensión de 770 kilómetros con una capacidad de 40 Tbps.

Todo este despliegue de cables submarinos está haciendo que España esté muy bien conectada a cuatro continentes, lo que convierte al país en un hub real de tráfico de datos, lo que también ha estado impulsado que el país esté en los planes de expansión de los grandes proveedores de centros de datos.

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