Desde hace unos seis meses se encuentra anclado en la Base Naval «27 de Febrero», de la Armada de la República Dominicana, en Sans Soucí, Santo Domingo Este, el barco “Interceptor 004” que iniciaría la limpieza del río Ozama, sin embargo hasta ahora nada se está haciendo.
La embarcación fue donada por la fundación holandesa “The Ocean Cleanup (OCU)”, que desarrolló este modelo de barco con el objetivo de evitar que los residuos plásticos sigan llegando a los mares. Esta máquina marina es total autónoma ya que funciona con energía solar, y puede recolectar hasta 120,000 libras de residuos cada día.
Para que empezara a operar se tenía previsto la construcción de un muelle, en donde se extraerán los desechos plásticos, así como los puntos de anclaje donde operará el barco, que se ubicaría en el cauce del río Ozama con una barrera flotante que concentre y dirija todos los residuos hacia el sistema de drenaje del dispositivo.
Este aparato está provisto de una cinta que transporta los residuos hacia su interior y los deposita en uno de sus seis contenedores. Desde que estén llenos estos depósitos, la nave emite una señal de alerta y la basura es llevada a la orilla con la ayuda de una barcaza.
Gracias al acuerdo firmado entre el Ministerio de la Presidencia, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la OCU, y a la intervención de la embajada del Reino de los Países Bajos, llega al país el Interceptor 004.
Río Ozama
Los vertederos improvisados de basura en algunas partes de la ribera del Ozama es una de las principales causas de la contaminación de este caudal que al tener su desembocadura en el mar Caribe origina que también sus playas sean contaminadas por los plásticos.
Son dos las formas principales como llega la basura a las orillas de este rio. En primer lugar llega gracias a los desperdicios en un alto porcentaje desechos plásticos que llegan a las cañadas y de ahí al cauce del afluente. En segundo lugar la basura llega a estos lugares por la irresponsabilidad de las personas que no cuidan el entorno en el que habitan.
Este río Ozama es el medio para que decenas de toneladas de plásticos terminen cada año en el litoral de Santo Domingo, a todo lo largo del Malecón muy especialmente en las playas de Montesinos, Fuerte San Gil y Güibia.
En un recorrido realizado por este diario se pudo observar que en toda la rivera de Ozama que comprende el Nuevo Domingo Sabio (Guachupita, los Guandules y la Ciénaga) se siguen formando vertederos de basura principalmente producida por los habitantes de la zona, bajo el pretexto de que los camines recolectores no pasan por ahí.
No es diferente en la parte oriental del mismo rio, ya que en la localidad denominada el Dique que pertenece al barrio Las Enfermeras en Santo Domingo Este la situación es muy similar y deprimente.
Estos desechos aunque tienen un alto porcentaje de plástico su composición es muy variada ya que hay muchos residuos del día a día de una familia pobre promedio. Latas de metal, bolsas y utensilios plásticos, ropas, restos de comidas, pañales desechables, gomas viejas, animales muertos, entre otros desperdicios.
Después del Ozama recibir los desechos, que llegan de casi todas las superficies terrestres de los sectores por donde pasa, a través de cañadas y alcantarillas, lo transporta a lo largo de grandes distancias, a las playas.
Por esta razón los ríos constituyen uno de los principales campos de batalla en la lucha contra la contaminación del mar, si se limpian los rio, se limpian las playas.
Ozama e Isabela
Un gran porcentaje de la basura que arrastran las corrientes de los ríos Ozama, Isabela, es plástico, mayormente botellas, bolsas, galones, utensilios y foam (platos, vasos y cubertería) que terminan en el mar. Otro porcentaje de los desechos sólidos se degradan en el agua contaminándola o finalizan su recorrido en las riberas.
