Consideran necesario en RD una revolución «violenta y sangrienta» para construir una nueva República

Varios historiadores consultados por el periódico digital Loquesucede coincidieron en afirmar la necesidad imperiosa que hay en la República Dominicana de que se inicie «un gran gran revolución ciudadana que acorrale a la clase política gobernante y los grupos económicos hegemónicos que se han robado por décadas las riquezas nacionales»

Citaron como en otros países de la región como Brasil, Bolivia, Chile, Venezuela, Nicaragua, sus ciudadanos se han lanzado a las calles sin temor a las represalias de los cuerpos policiales para exigir sus legítimos derechos a mejores condiciones de vida.

Uno de los historiadores consultados por el periódico digital Loquesucede fue el catedrático universitario Ramón de los Santos Ángeles Montás, quien inclusive dijo que la sociedad de hoy luce cobarde y arrodillada en comparación con la sociedad dominicana que imperaba a mediados del siglo pasado. «Hoy somos otra sociedad, una sociedad cobarde que le ha aceptado todo tipo de vejámenes a la clase política y a los grupos económicos hegemónicos», manifestó.

Recordaron como creíbles organismos internacionales han publicado informes donde colocan a la República Dominicana con los peores indices en términos de calidad de vida de la gente. «Ocupamos los peores lugares en prácticamente todos las mediciones que se hacen, inclusive somos uno de los peores países para pasar la vejez y para morir», citaron.

Vaticinaron que para el proximo año 2020 en la República Dominicana podría desencadenarse una revuelta civil producto de lo que muy posiblemente acontezca en el torneo electoral. «El poder palaciego no quiere bajar del poder, veremos como reproducirán el patrón de fraude electoral que cometieron en las internas del PLD para impedir ascenso de Luis Abinader, a quien todas las encuestas señalan como próximo presidente», dijeron.

Pidieron a la sociedad asumir la responsabilidad histórica que le ha correspondido encabezar, ya que por vías democráticas y pacíficas consideran que «las transformaciones estructurales que requiere la nación» no serán posibles realizar por vía de llamamientos pacíficos. Recordaron como las históricas Marchas Verdes no produjeron ningún tipo de cambio político en la nación, debido a su naturaleza pacífica. Por lo que el poder político gobernante no se sintió acorralado ni forzado para hacer las transformaciones necesarias.

Remembraron las hazañas históricas revolucionarias que dominicanos encabezaron entre los años 1960 y 1980, tiempos en que la gente veía en la calle el único espacio para exigir sus legítimos derechos ante gobiernos corruptos que tras 40 años de vida democrática no han sabido resolver ninguna de las problemáticas que afectan la cotidianidad de la vida ciudadana en la República Dominicana.

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