Dominicanistas muestran su apoyo total a la alcaldía de Santiago y advierten no tolerarán invasión espacios públicos

Por Leonardo Jaquez

Grupos patrióticos y nacionalistas salieron en defensa del alcalde de Santiago, Abel Martinez, a quien algunos sectores han criticado por llevar a cabo la titánica labor de impedir que los espacios públicos y los parques recreativos de su ciudad sean invadidos por cientos de inmigrantes haitianos que no estarían respetando las normas municipales establecidas en Santiago y en todo el país.

Mediante un comunicado firmado por intelectuales, académicos y profesionales de diversas áreas, los «dominicanistas» expresaron que resulta «inaceptable permitir, como se ha permitido en todo en país, que nuestras calles, avenidas, campos y ciudades, se hayan convertido en fétidos espacios de basura, de desorden, de hacinamiento, de plebillaje, de inseguridad, donde prevalecen el desorden, la insalubridad, y el caos, como si esto fuera irremediable, como si este país fuese tierra de nadie».

Señalaron que «nuestros parques, espacios públicos, áreas verdes, que tanto esfuerzo y recursos públicos nos han costado, que tan amorosamente hemos cuidado y desarrollado, para el sano esparcimiento y la convivencia familiar y social de nuestras comunidades, no pueden convertirse en antros del vironay y del juego de Dao, ni mucho menos en centros de juergas del cleren».

En ese sentido, los firmantes advirtieron que no van a tolerar ni en lo mas mínimo la invasión de los espacios públicos en ninguna de las ciudades de la República Dominicana, por lo que adelantaron que en esta dirección han decidido iniciar el proceso para la conformación en toda la geografía nacional de «Grupos de Ciudadanos para la Defensa de la Municipalidad», quienes estarán vigilantes ante los posibles incumplimientos de las normativas municipales establecidas.

Ver comunicado íntegro:

DOMINICANOS EN APOYO DE LA MUNICIPALIDAD, Y DE NUESTRAS AUTORIDADES LEGITIMAS.

EN DEFENSA DE NUESTROS ESPACIOS PUBLICOS Y AREAS DE RECREO FAMILIAR.

EN DEFENSA DE NUESTRA IRRENUNCIABLE SOBERANIA TERRITORIAL Y POLITICA.

Defender, proteger, promover y permitir el uso y disfrute de los Espacios Públicos es un derecho ciudadano, y es una potestad de la autoridad legítima, nacional y municipal irrenunciable de los dominicanos, del Estado y de los Municipios.

Cuidar, defender y gestionar los espacios públicos, es generar un modelo de ciudad que promueve nuestra calidad de vida, promoviendo la convivencia social y humana pacifica, la integración familiar, la cultura, y nuestra identidad.

Pero sobre todo, defender nuestros espacio públicos, nuestras áreas verdes, nuestro medio ambiente, es defender nuestro territorio, nuestra soberanía, y ejercer nuestra potestad de control y de autoridad sobre nuestra tierra.

Desde el origen de la más primaria organización publica colonial en República Dominicana, aquí, donde se establecieron las primeras normas y estructuras de gobierno de Las Américas, el Cabildo fue la base incipiente de nuestra identidad, de integrarnos, y de convivir en esta tierra, la manifiesta voluntad de organizarnos como pueblo civilizado, y desarrollar una cultura política y social basada en la ley y el orden, y en el respeto a nuestra autoridades, como expresión de soberanía política y territorial.

Por tanto, no es casual en nuestra historia que desde los propios orígenes de la colonización, el 24 de abril de 1494, se instalara en la Villa de La Isabela, lo que hoy es el municipio de La Isabela, en la provincia de Puerto Plata, el primer Ayuntamiento del Nuevo Mundo, constituyendo el principio del desarrollo en el nuevo continente, de la vida administrativa municipal y comunitaria. ¡No es casual!

Al proclamarse la Independencia nacional, y ejercer, a sangre y fuego, con determinación nuestra voluntad colectiva de ser dominicanos, y de proclamar nuestra Republica, el 27 de febrero del 1844, desde que se elaboró la primera constitución, los Trinitarios, nuestros padres Fundadores, proponían que “para la mejor y más pronta expedición de los negocios públicos se distribuyera el Gobierno en: Poder Municipal, Poder Legislativo, Poder Judicial y Poder Ejecutivo, sin importar el orden de principalía de los poderes del naciente Estado Dominicano. Es decir, para los fundadores de la República el Municipio constituía un poder del Estado.

Por lo tanto, no hablamos aquí, de cualquier cosa, aunque para muchos trasnochados e irresponsables, cuyos valores cívicos son del color de la moneda de turno, la patria no sea mas “que una cosa intercambiable”.

Aquí hablamos de nuestro más sentido y profundo sentimiento expresado y materializado en un libérrimo ejercicio de voluntad popular, de como los dominicanos hemos decidido organizarnos y convivir, de como deseamos ejercer nuestro gobierno y nuestra autoridad, de como deseamos organizar nuestro progreso y decidir nuestro destino común, desde el mismo instante heredamos el Legado fundamental que nos hizo Republica, Estado, y país.

Y desde ese momento, y con todos los avatares y vicisitudes propias de nuestra convivencia, los dominicanos hemos persistido hasta hoy, en negar “la tierra arrasada” como modelo de vida.

De la misma manera en que, proclamamos, que somos un pueblo pacifico, un pueblo de paz, un pueblo que jamás invadió ni agredió a nadie, un pueblo laborioso, noble y generoso, un pueblo de concordia, un pueblo amante de Dios y de la Patria.

Pero un pueblo digno, orgulloso de su historia y de su destino, y que esta dispuesto nueva vez en la historia, como un designio fatal, a defender con su sangre su irreductible voluntad de ser libre como lo dicto la voluntad mística de nuestro padre, Juan Pablo Duarte, porque esta es su tierra y la defenderemos.

La acción ejercida por Abel Martínez, el 30 de Agosto recién pasado, en el Parque vecinal del Cerro de Papatin, en esta ciudad de Santiago, constituyó un ejercicio legitimo de autoridad y de legalidad, de defensa de los valores de la convivencia, de la ley y el orden municipal que tiene que prevalecer en la ciudad.

El Honorable Alcalde Martínez, obro, actúo por mandato y autoridad conferida por la ley Municipal y sus reglamentos.

Es inaceptable permitir, como se ha permitido en todo en país, que nuestras calles, avenidas, campos y ciudades, se hayan convertido en fétidos espacios de basura, de desorden, de hacinamiento, de plebillaje, de inseguridad, donde prevalecen el desorden, la insalubridad, y el caos, como si esto fuera irremediable, como si este país fuese “tierra de nadie”.

Nuestros parques, espacios públicos, áreas verdes, que tanto esfuerzo y recursos públicos nos han costado, que tan amorosamente hemos cuidado y desarrollado, para el sano esparcimiento y la convivencia familiar y social de nuestras comunidades, no pueden convertirse en antros del “vironay” y del juego de Dao”, ni mucho menos en centros de juergas del cleren.

Los dominicanos no solo apoyamos esta intervención correcta y legitima del Alcalde Abel Martínez, sino que apoyamos sus iniciativas para recuperar a este primer Santiago de las Américas, ciudad corazón de la patria.

Apoyamos sus esfuerzos por recuperar la ciudad, por el ornato, por el ordenamiento territorial, por eliminar los ventorrillos y ventas ilegales de las principales calles y avenidas, que pretenden convertir esta ciudad en una podredumbre ingobernable.

Lo que debe ocurrir ahora es, que el ejemplo de Martínez sea replicado en todo el país, y que los municipios y sus autoridades se coloquen a la altura de las circunstancias, iniciando una jornada nacional de recuperación de espacios públicos, de áreas verdes, y nuestros territorios ocupados.

Empiezan exigiendo un parque, y luego terminaran echándonos de nuestras propias casas y ciudades. Asi actúa el sectarismo, el racismo, y el supremacismo, de quienes no acatan los mandatos de la historia y parece que tendremos que recordárselos de nuevo en los hechos.

Nosotros todos, ciudadanos dominicanos, que vivimos en el país, y en las comunidades dominicanas del exterior, que nos dedicamos a las mas variadas y diversas actividades laborales, sociales, profesionales, y cívicas, por el presente documento queremos expresar nuestra más libérrima voluntad y exponer al país, con sentido de responsabilidad ciudadana, lo siguiente:

  • Declaramos y expresamos nuestro irrestricto, entusiasta, y masivo apoyo a las acciones institucionales y a la gestión pública que desarrolla al frente del Municipio, el alcalde de Santiago de los Caballeros, Hon. Abel Martínez.
  • Declaramos que la intervención que hiciera el 30 de agosto pasado en el parque de los Cerros de Papatin, es legítima, es correcta, es legítima y apegada a la ley y el orden, y por tanto merece nuestro reconocimiento y apoyo.
  • Apoyamos sin reservas la gestión, innovadora, progresista, eficiente que desarrolla el Alcalde Martínez frente al Cabildo de Santiago.
  • Llamamos al Alcalde Martínez a redoblar sus esfuerzos, a no bajar la guardia, y a persistir en defensa de su ciudad que es un emblema del país. Que sepa que habrá un pueblo no solo en Santiago, sino en todo el pais, que estará dispuesto a levantarse para brindarle y acompañarle en la defensa del territorio, de los bienes y patrimonios públicos y de la ley y el orden municipal y nacional.
  • Demandamos, y llamamos. al Consejo Municipal y a todos los órganos del Gobierno de la Ciudad, a la ciudadanía, a las comunidades, a las organizaciones cívicas, políticas, religiosas, sociales, deportivas y culturales, a sumarse a esta labor patriótica, dominicanista, que desarrolla y encabeza el alcalde Martínez, y que constituye un ejemplo y modelo de gestión, para todo el país.
  • La República Dominicana, el Estado nacional, y sus poderes públicos, urgen, y precisan de oficiales públicos y funcionarios que tengan claros, y definidos, los principios del legado histórico que dio origen y forjo la nación y el Estado Dominicano, como fuente esencial de nuestra existencia jurídica, territorial y política, como parte de la comunidad de naciones soberanas del mundo.
  • Hoy día, la presencia haitiana en nuestro territorio, es una realidad que supera todo fenómeno migratorio, y se convierte en una verdadera ocupación civil, poblacional, y territorial, que amenaza real y efectivamente los derechos del pueblo dominicano, con todos sus efectos y consecuencias, desde la depredación ambiental, la ocupación desordenada de nuestro territorio, hasta el consumo masivo de nuestros servicios públicos y sociales.
  • Ante esta realidad compleja y cada día más grave, surge la necesidad de aplicar desde la municipalidad, políticas patrióticas y dominicanistas, para fortalecer, no solo la cohesión social, y la identidad cultural y política del pueblo dominicano, sino y sobre todo, para cuidar y fortalecer la seguridad interna, territorial y geopolítica del país, en tanto elementos indispensables para preservar la Republica y el Estado Nacional.
  • El Movimiento Patriótico y Nacionalista dominicano, compuesto, en su continuidad histórica, por una diversidad de grupos, entidades, activistas, en toda la geografía nacional y en nuestras comunidades dominicanos en el exterior, apoyara sin reservas, y con decidido entusiasmo, todas las políticas publicas que tiendan no solo a fortalecer nuestro Estado, sino además a ejercer el mas estricto e imperativo control territorial,  no solo fronterizo, sino además, en términos del necesario y urgente ordenamiento territorial, y a priorizar la defensa de nuestra nacionalidad, de nuestra cultura, y de nuestra soberanía, base indispensable de nuestra existencia histórica.
  • Hoy, ante la vorágine de la cultura global que arropa el mundo, y se inocula mediante un conjunto de políticas servidas por organismos internacionales a los países, las culturas, y los Estados nacionales, y ante ese llamado y advertencia que nos impone nuestra propia historia colectiva, es precisamente con mayor razón que tenemos la necesidad, de ser cautelosos, y tener mayor prudencia, y estricto cuidado en el manejo de nuestra integridad territorial, de nuestra identidad, y de nuestro patrimonio histórico, moral y material, y especialmente frente a las amenazas de nuestro vecino Haití, cuya vocación supremacista, e imperialista nunca ha cesado, solo que ahora se cobijan a través de las políticas que promueven distintos organismos, agencias, ongs, y representantes internacionales, cuyo activismo y laborantismo resulta incesante en nuestro propio país.

Santiago de los Caballeros, 4 de septiembre del 2020.

Federico Henríquez Gratereaux

Juan Miguel Castillo Pantaleon

Dra. Laura Gil

Ing. Leonardo de León

Virginia DuBreil

Monik Cano

Francina Richez

Cynthia Fernández

Albania Polanco

Dra. Kirshe Fernández

Lic. Leonardo Jaquez

Genoveva Meregildo

Ricardo Rojas

Lic. Jaime Rincón

Gladys Feliz

Ramon Quiñonez

Arq. Francis Aguiar

Dra. Cristina Aguiar

JC Fernández

Dr. Robert Cabral

Pedro Cepeda

Lucy García

Daniela Polanco

Andrés Mora

Elizabeth Flores Done

Carlos Encarnación

Papito Bordas

Luis Diaz

Doris Pérez

Jhorky Genao

Ray Espinal

Leidy Jiménez

Evelyn Apolinario

Duaner López

Francisco Gómez

Maria Altagracia Gonzalez

Hailer Santana Cedeño

Vivian Venecia

Sharol Olmos

Sr. Yoryi Sánchez

Camelia Vargas

Angelina Guerrero de Garrido

María Heinsen

Jhonny Curiel Paradas

Rosario Cespedes

Bruno Valdeiras

Angelo Vásquez

Ing. Vinicio Fernández

Camelia Michel

Miriam Polanco

Ingrid Polanco

Enma Polanco

Miguel Polanco

Carina Rosa

Melissa Calderón

Amalfi Lantigua

Cesar Victoriano

Solangie Meregildo

Carmen Ortiz

Rosa Mejia

Flor del Mar

Genesis Angomas

Zoraida Merejildo Ogando

Ramon Del Carmen Tejada Burgos

Sonia Valenzuela

Xiomara Medina

Inocencia Galván Merejildo

Félix Juan Medina

Richard Brens

Marino Marcos Vargas García

Martha Domínguez

Milagros Matilde Molina Almonte

Clary Tavarez

Marcos Noboa

Benedicta Robert de Brito

María de Jesús

Ana Semra

Aurelina Vittini Jiménez

Elisa Sofia Mendoza

Cesar Peralta

Máximo Pérez Hijo

Máximo Pérez

Tania Pérez

Isacc Cohely León Lebron

Jonathan Dinzey

Kenny Hernández

Pedro Porro

Andres Rivera

Tirso Rafael Barrera

José María Rivera Pacheco

Nieves Lidia Emeterio Rondón

Persio Veloz

Estela Duarte

Lourdes Alemán

William Alcántara

Rafaela Segura

Basilio Hernández

Edelmiro Segura

Dra. Berta Delgado

Bernardo Pichardo Castillo

Silvia del Orbe Batista

Salvador Encarnación

Rosa María Rodríguez Acevedo

Juan Carlos Pérez

Adan Sánchez

Víctor Pérez

Edith de Jesús Ortiz

Johel González Abreu

Lety de Jesús

Luis Diaz

Rigoberto Victoriano

Elvin Toribio

Leidy Jiménez

Yokasta Martínez

Chanel Amador Matos

Julio Savery

José Rodríguez

Marissell Gelabert Ozoria

Humberto Ortiz

Russell Rubio

Edward Vallejo

Jorge Capellán

Sabina Ureña

Rosita Jacqueline López Vidal

Paulina Trinidad de los Santos

Abel M. Adames Liriano

Miguel Rodríguez

Julio Mota

Simeón Sánchez Sarante

Betty Mues Sánchez

Narcisa de la Rosa

Pedro Sánchez López

Santiago Morrobel R.

Santo Cisnero

Miguel Peña Contreras

Ana Liriano

Soraya Hiraldo

William Reyes

Delfín Nieves

Yahanys Jaquez

Luis Miguel Vasquez

Darío Fernández

Abraham Salomón

Damaris Ramírez

DM Rodríguez

Reinaldo Martínez

Luz Diaz

Hanllelis Florián Mateo

Isa Jaramillo

George Santana

Wilfredo Urbaez Payano

Rosa Almonte

Rafael Ant. Tavera

Chari Abreu

Angela Cinthya Valdez

Carlos Martínez

Jacqueline Martínez

Sergio Rodríguez

José Luis Dume

Irma Paulino Paulino

Perfi Peralta

Yolanda Suarez

Juan Gabriel Jiménez

Eduardo Gautreau De Windt

Raul Francisco Peña

Cesar Máximo Bautista Paredes

Rocío Beltre Aristy

Santa Cristina Valerio Franco

Juan Miguel Carbonell

Priyanka Rodríguez

Jenifer Alvarez

Héctor Peña López

Luz J. Martínez

Nidia Batista

Yaquelin Delgado

Ana Cubeiro

Anny Milagros de León

Anny Deschamps

Jesús de los Santos

Enrique Terrero

Lissette Velázquez

María García

Carolina Robles

Amauris Castro Natera

Belkis Rodríguez

Henry Lluberes

Yenny Ortiz

Cesar Sánchez

Flor Daliza Rivas Medina

Miriam Genao

Franklin Amparo

Inmaculada Núñez

Brigida Abreu Méndez

Arisleida Grullón Pérez

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