Donald Trump toca botón rojo de guerra con ataque mortífero contra líder militar iraní

Retumban los tambores de guerra en el Medio Oriente tras el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ordenar un ataque mortífero contra una caravana en la que iba el mayor general iraní Qassem Soleimani, quien era  una figura clave en la dirección de las acciones militares iraní en el exterior y, gracias a sus capacidades e historial militar, gozaba de una gran popularidad entre sus compatriotas.

Trump ordenó esta sorpresiva operación en el mismo centro de Bagdad, en momentos en que a lo interno atraviesa por una crisis política motivada por un proceso de enjuiciamiento político activado por la cámara de representantes, de mayoria democrata.

Aunque el impeachment difícilmente cuente con la mayoría necesaria en un senado controlado mayoritariamente por los republicanos, el proceso en si representa una derrota para un presidente que aspira reelegirse en las próximas elecciones presidenciales a realizarse en noviembre del presente año.

Trump ha señalado que ordenó el ataque mortífero contra el lider irani para supuestamente «evitar una guerra no para hacerla», pero todos los pronósticos de especialistas en el tema señalan la posibilidad de que esta operación active una gran conflagración bélica en la región en la que se involucrarian Rusia, Siria e Israel y la propia Irán.

Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, dijo que Teherán y otras naciones de la región «vengarán» el asesinato de Soleimani y afirmó que esta acción hará que Teherán esté «más decidido» en su resistencia contra los Estados Unidos. Previamente, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, dijo que los ataques de EE.UU. son un «acto de terrorismo internacional», mientras que el líder supremo del país, Alí Hoseiní Jameneí, advirtió que a los «criminales» que mataron al general les espera una dura venganza.

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