El controversial comunicador y diputado por el PLD, Jose Laluz, sostuvo una dura discusión con su compañera de labores Consuelo Despradel en el programa «El Sol de la Mañana», el cual se transmite de lunes a viernes por la emisora Sol 106.5.
El tema que provocó la discordia entre ambos fue la migración haitiana en la República Dominicana, la cual para el congresista Laluz debería tener los mismos derechos políticos que tienen los dominicanos que han emigrado hacia los Estados Unidos.
Laluz citó de ejemplo que los haitianos deberían también tener participación en los procesos electorales nacionales al igual que la comunicad dominicana, la cual ocupa importantes puestos públicos en el Estado norteamericano.
Esta comparación del congresista provocó el enojo de Consuelo Despradel y del público que estaba físicamente presente allí y de algunos que se comunicaron por vía telefónica.
No hay dudas de que el tema haitiano siempre ha sido altamente neurálgico en una sociedad dominicana que rechaza en un 81%, según la ultima encuesta gallup, la presencia migratoria masiva de una comunidad que depreda nuestros recursos naturales, que arrabaliza los espacios públicos, y que tiene costumbres y rasgos culturales muy distintos a la sociedad dominicana.
A pesar de ello, la gran pregunta que se hacen muchos dominicanos es si el congresista y comunicador Jose Laluz estaba en sus cabales cuando entre la euforia de la discusión hasta amenazó a la septuagenaria Consuelo Despradel.
Si analizamos la mirada flotante, el rostro rojizo y sudado, el despeine de su pelo y lo humedecida que se escuchaban las palabras del congresista, pudiéramos colegir que, al parecer, no se encontraba en un estado normal.
Hay quienes incluso plantean la posibilidad de que estaba bajo los efectos de alguna bebida alcohólica o alguna sustancia psicoactiva, o que tal vez estaba siendo afectado por los estragos de la resaca de una noche de lujurias en la fascinante ciudad de Boston.
Solo a través de una prueba antidoping pudiéramos confirmar si el congresista Laluz actuó bajo sus cabales o si la ira del momento fue producto de la inmadurez manifiesta que vemos en él a la hora de abordar ciertas problemáticas nacionales.
Por lo que dictaminar si el congresista Laluz estaba drogado, alcoholizado o en estado sobrio no será posible de manera certera mientras tengamos la duda que solo pudiese ser aclarada mediante análisis médicos.
Esperamos que el congresista se someta a una prueba antidoping para despejar las serias dudas ciudadanas existentes sobre su estado clínico al momento de increpar y amenazar a una indefensa señora como la comunicadora Consuelo Despradel.
