Estados Unidos, Israel, Hungría, Bulgaria, República Checa, Estonia, Polonia han manifestado públicamente su total rechazo a firmar el pacto migratorio propuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el que se establecería un carta global de principios que regularían las políticas migratorias soberanas de cada nación.
Alemania, Holanda, Bélgica e Italia han dicho que posiblemente también rechazaran dicho pacto.
Aunque el pacto no seria jurídicamente vinculante, políticamente resulta comprometedor su cumplimiento por parte de los países firmantes. En términos prácticos el mismo obligaría a los estados despojarse de sus facultades soberanas para regular la presencia de inmigrantes.
El pacto, creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), detalla 23 puntos que tratan temas como la prevención de la trata de personas a causa de la migración, la gestión de fronteras más seguras, la eliminación de la discriminación y la promoción de las transferencias de remesas más rápidas, seguras y baratas Al igual que la mejora de la protección consular, el empoderamiento de los migrantes para que sean incluidos como parte de la sociedad, solo utilizar la detención migratoria como medida de último recurso, el salvaguardar vidas y establecer esfuerzos internacionales coordinados sobre migrantes desaparecidos.
También este acuerdo planea que los migrantes tengan una identidad legal y documentación adecuada, dar a conocer informaciones oportunas en todas las etapas de la migración, que tengan un trabajo decente, así como brindarles accesos a servicios básicos, cooperar para facilitar el retorno y la readmisión segura y digna.
Asimismo, pretenden crear condiciones para que los migrantes y las diásporas contribuyan plenamente al desarrollo en todos los países.
Este fue creado como base de la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes, de septiembre de 2016.
El informe de 34 páginas disponible en el portal oficial de la ONU explica que para implementar el pacto global deberán tener apoyos regionales, nacionales y locales, incluyendo el de las Naciones Unidas.
Asimismo, plantea que teniendo en cuenta que la migración internacional necesita de un foro mundial en el que los miembros puedan revisar cómo ha progresado el trabajo, se realizará uno que servirá como plataforma para debatir y compartir los avances del pacto, sobre todo los relacionados a la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible.
El Foro de Revisión de la Migración Internacional se llevará a cabo cada cuatro años a partir de 2022.