El histórico ex dirigente de izquierda Fidel Santana, diputado de la república, apareció esta semana en la primera plana de casi toda la prensa nacional en una imagen que reflejó el deterioro moral en que ha caído el ejercicio de la actividad política en la República Dominicana.
Después de un largo transitar en la vida política abrazando los postulados de la izquierda latinoamericana más radical y postulando a viva voz lo que eran sus principios políticos «innegociable», hoy quien fue un gran luchador de causas sociales justas luce arrodillado a un pragmatismo político que tiende a echar los escrúpulos al zafacón y a colocarse una húmeda servilleta de papel en la nariz.
Así va la democracia nacional, sin ideologías, sin ideas, sin una agenda social, y sin vocación de poner el Estado al servicio de los más necesitados. Ahora de lo que se trata es, de procurar a toda costa llegar al Poder para degustar de una tajada del Presupuesto Nacional y construir asqueantes fortunas como la que pudo aquilatar quien hoy es candidato presidencial oficialista.
Quien diría que Fidel Santana le levantaría la mano al ultra derechista Marino Vinicio Castillo y estaría al lado de Wessin Chávez quien es hijo de Elías Wessin y Wessin el general que encabezó el golpe de Estado que alteró la democracia nacional cuando la presidía el profesor Juan Bosch.
Este ejercicio de la actividad política sin los más mínimos criterios éticos y sin ninguna dignidad, lo que provoca es que mucho más ciudadanos decentes se alejen de ella. Por eso vemos como en las principales mediciones que se hacen una amplia mayoría de ciudadanos afirman sentirse decepcionados con la democracia y desesperanzados de que en el futuro tengamos una República mejor. Ello está motivado precisamente por el lamentable accionar de dirigentes como el citamos en esta nota. Un Fidel Santana que mientras no ocupaba posiciones públicas se erigía como líder de la política honesta, sin embargo desde su condición de diputado de la república ha asumido decisiones muy propias de la derecha que por más de 40 años nos ha gobernado, la cual no ha podido resolver ninguna de las problemáticas nacionales que nos han afectado. Así van las cosas en la República Dominicana.
