Por Leonardo Jaquez
Resulta impresionante el profundo desgarre que está sufriendo la candidatura del ex presidente Leonel Fernández, según se evidencia en los resultados de la última publicación hecha por la prestigiosa encuestadora Mark Penn.
A pesar de haber ocupado la presidencia de la república por tres ocasiones y haber manejado cuantiosos recursos económicos con los cuales pudo crear una camada de nuevos millonarios, el apoyo popular al expresidente Fernández viene de capa caída lo que pone en duda el vigor de su liderazgo político y su capacidad estratégica para aglutinar fieles seguidores en torno a su propuesta presidencial.
Estas dudas surgen tras analizar los resultados de las últimas publicaciones de la encuestadora Mark Penn. En esta encuesta, el ex presidente Fernandez en enero de este año obtuvo el apoyo del 19% de quienes fueron consultados. Este apoyo cayó a un 15% en marzo, o sea dos meses después, y a un 10% ahora en mayo. Quiere decir, que el expresidente Fernández ha perdido casi un 50% de apoyo popular en apenas cinco meses. Pero peor aun, el 35% de quienes dicen simpatizar por el ex presidente afirmaron que en un escenario de segunda vuelta votarían por el candidato presidencial del PLD, Gonzalo Castillo. Lo que refleja la baja fidelidad de los votantes de la Fuerza del Pueblo al tres veces presidente de la república.
Habría que ver como se mantendrían estas tendencias en el curso de las cinco semanas que faltan para la realización de las elecciones presidenciales y congresuales. Porque en caso de mantenerse, es muy posible que el ex presidente Fernández en un escenario de segunda vuelta no pueda lograr endosar, al menos en una proporción significativa y decisoria, el apoyo recibido en primera vuelta. A diferencia de lo que ocurrió en el 1996 cuando el ex presidente Joaquín Balaguer pudo en un alto porcentaje endosar el voto de sus fieles seguidores a la candidatura presidencial del PLD.
Todo esto obliga al expresidente Leonel Fernández analizar fríamente la conveniencia de continuar con la estrategia política desarrollada desde que abandonó el PLD, lo cual hizo según sus propias palabras «por honor».
Aunque sus partidarios mayoritariamente se inclinan hacia la posibilidad de participar en la primera vuelta para que se le «cuenten los votos», y dejar para la segunda ronda cualquier posibilidad de apoyo politico a otro candidato presidencial, la Mark Penn pone al descubierto lo fallida que podría resultar esta estrategia de cara al objetivo fundamental del ex presidente de acceder a una cuota importante de poder que le permita al menos acomodar su estructura política en lo que surgen nuevos vientos que soplen a su favor.
