
El gobierno que encabeza el Presidente Medina estaría presionando a los medios de comunicación a través de la Dirección de Comunicación dirigida por Roberto Marchena y la Dirección de Información Análisis y Programación Estratégica de la Presidencia (DIAPE) dirigida por Ramón Tejada Holguin, para que estos no publiquen los actos vandálicos en que estarían involucrados los inmigrantes haitianos.
Con esta estrategia mediática el gobierno estaría procurando revertir la actual percepción nacional existente en torno a una inmigración haitiana que según datos oficiales ha incidido de forma preponderante en el incremento de los indices de criminalidad y violencia en todo el país.
Con el caso del chofer dominicano secuestrado por ciudadanos haitianos en Haiti vemos como los propios organismos del Estado estarían presionando al chofer para que declare que lo acontecido no fue un secuestro sino un autosecuestro. Con esta mentira inducida la Diape y el Dicom procurarían contener la ira ciudadana provocada por un secuestro que mantuvo en vilo a toda la nación dominicana.
Este es el camino que ha decidido recorrer el peledeismo gobernante que desde que asumió el poder en el año 2004 ha utilizado los medios de comunicación para imponer verdades oficialistas y eclipsar el surgimiento de cualquier relato que pudiese poner en peligro su hegemonía política en una República Dominicana en la que los medios de comunicación se sustentan fundamentalmente de los anuncios que coloca el propio Estado dominicano.