Por Leonardo Jaquez
Santo Domingo. El gobierno del presidente Luis Abinader está enviando señales contundentes de que enfrentará una de las mayores problemáticas que por años tiene la República Dominicana: el tráfico fronterizo de parturientas haitianas.
A diferencia de sus antecesores Fernández y Medina (2004-2020), que se negaron a enfrentar la situación y que inclusive altos jerarcas de sus gobiernos fueron cómplices de la tratativa corrupta del tráfico ilegal de estas mujeres, Abinader ha dejado claro que resulta insostenible continuar financiando estos partos con dinero público. “Desde el punto de vista humano nos conduele, pero somos un país que necesitamos ayuda y con muchos requerimientos y somos un país pobre y no podemos echarnos arriba a Haití”, expresó el Presidente de la República durante su participación en el programa del Grupo Corripio donde expuso el balance de sus primeros 100 días de Gobierno.
En igual dirección se pronunciaron el ministro de salud pública, Plutarco Arias, y el director ejecutivo del Servicio Nacional de Salud, Mario Lama, quienes también advirtieron sobre la insostenibilidad de una problemática que le drena al Estado dominicano mas de $6 mil millones de pesos todos los años.
Estas declaraciones del primer mandatario de la nación y dos de sus principales funcionarios del sector salud, fueron vertidas en los últimos tres días. Lo que luce indicar que el gobierno pudiera estar desarrollando una estrategia efectiva con la cual procurar contener la entrada masiva de estas parturientas que representan casi la mitad en los índices de mortandad infantil que hay en la República Dominicana.
A lo que hay que agregar que, la dirección de migración ha arreciado los operativos que se realizan en todo el territorio nacional para la deportación de los inmigrantes ilegales que se encuentran en el país, los cuales en mas de un 90% son haitianos.
