En las redes sociales se ha hecho viral un video en el que la hija del fallecido enfermero Virgilio Lebron «El Mifil», denuncia solloza e impotente que a pesar de su padre haber fallecido por coronavirus sus familiares no han recibido la asistencia médica necesaria para confirmar si ellos también contrajeron el virus.
«Mi madre es diabética e hipetensa y mi abuela tiene 80 años, nos dicen que cuando presentemos síntomas, que cuando presentemos síntomas, yo creo que merecemos saber si tenemos coronavirus», dice la joven.
Pidió al gobierno al menos concederle la tranquilidad de saber si estan contagiados. Por lo que imploraron que se les hagan las pruebas correspondientes a todos los familiares que residían en la misma vivienda con el enfermero fallecido.
Igual situación esta atravesando una familia en San Francisco de Macorís, la cual denunció por las redes sociales que las autoridades no le han realizado las pruebas del coronavirus a pesar de que «el padre de la familia» falleció presuntamente por coronavirus. «Ahí está mi hermana embarazada, la hija del fallecido, mi madre que posiblemente este afectada porque ella tuvo contacto directamente, mi bisabuela de 96 años, mi hermanastro esta por ahi, entonces ministro de salud publica, licenciado danilo medina nos va a dejar a nosotros morir», se le escucha decir a un joven en la sala de su residencia junto a su familia.
Ambos casos en los que familiares cercanos de personas fallecidas presuntamente por coronavirus no han recibido las atenciones médicas necesarias para confirmar si también tienen el coronavirus, no viene mas que ha evidenciar que al parecer el gobierno ha categorizado a las familias que privilegiaran con la realización de las pruebas del coronavirus.
Un trato muy distinto a esto fue el recibido por la familia del canciller Miguel Vargas Maldonado, en la cual tras uno de los hijos dar positivo al coronavirus las autoridades realizaron la prueba a todos los demás familiares para determinar si habían sido contagiados. En las pruebas se determinó que la esposa del canciller y sus otros dos hijos no habían sido contagiados, pero el canciller si. Por lo que se procedió con lo establecido en el protocolo internacional de la Organización Mundial de la Salud que recomienda el aislamiento total de los afectados.
Igual privilegio recibió la familia del funcionario público Víctor Gómez Casanova que tras dar positivo uno de sus hijos, las autoridades decidieron realizarle la prueba al funcionario, su esposa y demás hijos y hasta a la trabajadora doméstica.
En ambos casos en los que estuvieron involucrados funcionarios públicos las autoridades nacionales actuaron acorde a los protocolos establecidos. Sin embargo, en los que los afectados al parecer son «familias de segunda categoría», se ha incumplido con los rigores de lugar que procuran reducir la expansión de contagio del virus y por via de consecuencia reducir a mínimos las pérdidas fatales de vida que a nivel mundial ya superan las 24 mil muertes.
