Doy seguimiento al empresario Antonio Taveras Guzmán desde cuando era presidente de la Asociación de Empresas de Industria de Herrera, por sus declaraciones revolucionarias sobre diferentes temas nacionales los cuales me llamaban la atención, precisamente por provenir de un empresario, un sector el cual siempre demuestra ser muy conservador.
Sus conceptos e ideas sobre los temas puntuales del país son claros y contundentes, demostrando claridad, dominio y conocimiento de los mismos, acreditándose como una excelente opción con mira a las próximas elecciones presidenciales; se perfila como una gran disyuntiva opositora del gobierno y del sistema imperante del “solo partido” dueño de todos los poderes del Estado.
Sus exposiciones sobre la impunidad, la corrupción, el unipartidismo, la economía, el sistema de la salud, la educación, la seguridad ciudadana y social, los monopolios empresariales y de gobierno, la canasta familiar y el desarrollo humano, entre otros temas, los cuales son fundamentales para los dominicanos, indican que el empresario Taveras Guzmán puede ser una gran opción presidencial con mira al 2020; su tono de voz muy enérgica y segura brindan confianza al electorado y a quien lo escucha.
Taveras Guzmán solamente tiene un “hándicap” en el cual se está apoyando para su campaña, la “Marcha Verde”, movimiento o grupo identificado como pro-haitiano el cual se dio el lujo de estrujar en la cara de los dominicanos, en todas sus marchas, a los dirigentes mas destacados haitianos los cuales demandaron al país ante organizaciones y foros internacionales acusándonos de racistas, xenófobos, discriminadores, promotores de apátridas, además de excluyentes raciales, inclusive de Nacistas fundamentados en el nazismo y de criminales.
La Marcha Verde, en principio, se perfilaba como la esperanza del pueblo dominicano, realizaron grandes concentraciones en contra de la corrupción y la impunidad pero al mismo tiempo colaban sutilmente el pro-haitianismo hasta que el pueblo pudo observar, conocer y darse cuenta de sus intensiones de fondo, la unificación de la Isla, la destrucción de la sociedad dominicana, el entierro de la independencia y la soberanía Nacional.
Hoy día, los periódicos hacen eco del apoyo de la Marcha Verde a su candidatura, así mismo del recién creado movimiento “Bien Común”, el cual no es mas que una ramificación o “careta” de la Marcha Verde, grupo dirigido por Jhonatan Liriano, el cual es un destacado dirigente y coordinador de la comisión de Comunicación de la Marcha Verde, súbdito de Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora, Marino Zapete y María Teresa Cabrera, entre otros, los cuales son columnas del pro-haitianismo en la Republica Dominicana; claro está, no podemos dejar fuera el seguro apoyo de las organizaciones internacionales como la ACNUR, la Naciones Unidas o ONGs pro-haitianas; todo lo anterior no es insinuación de que el empresario Taveras Guzmán sea pro-haitiano, de ninguna forma, lo único es que la sociedad dominicana ya no cree en cuentos de la Marcha Verde y ahora del movimiento “Bien Común”.
Antonio Taveras Guzmán, debe tener presente que la Marcha Verde se licuó y prácticamente desapareció del escenario político, inclusive, sus altos dirigentes lo afirman; su ultima concentración la cual se puede considerar como exitosa no era mas que la concentración de los militantes del PRM y de los seguidores de Leonel Fernández, los cuales estaban interesados en debilitar la imagen de Danilo Medina por sus erráticas decisiones como gobernante, por apoyador de la corrupción imperante, por la descollante impunidad de su gobierno y por intereses propios de algunos de esos candidato; ahora, al haberse definido como el candidato de la Marcha Verde, no podrá contar con esas fuerzas políticas para sus concentraciones.
Lamentable; un gran candidato, una gran oportunidad para el país deshacerse del sistema político tradicional y corrupto, sin embargo por mucho que corra, la misma Marcha Verde se encargará en destruirlo por un simple hecho, candidato que no envíe un mensaje claro en contra de la invasión haitiana y el desorden migratorio imperante en el país no pasará a ocupar la silla presidencial; la Marcha Verde no le permitirá tocar ni con el pétalo de una flor la agenda que defiende nuestra soberanía.
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