Mientras en otros países desarrollados y ricos están preocupados por la baja natalidad, nuestros “buenos” vecinos tienen una fabrica de humanos que trabaja 24/7 para super poblar toda la isla a como de lugar.
La AP informó, desde Copenhague, que un concejal (regidor) de Overtornea solicitó de manera “seria y formal” añadir las relaciones sexuales a una lista de actividades aprobadas para los empleados públicos durante su hora de almuerzo. “¡Tenía que ser sueco…!”, comentó alguien en la redacción. Pero, el despacho de la agencia de noticias estadounidense deja entrever la preocupación del funcionario por aumentar la población de una ciudad que sólo cuenta con unos 4,500 habitantes.
Por el momento los más de 659 mil empleados públicos de República Dominicana no tienen que preocuparse (¿o entusiasmarse?) por motivar una propuesta similar, porque la población del país crece a un ritmo sostenido. Para este 2017 se sitúa en 10,169,192, según las proyecciones de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y para 2030 sería de 11,253,284, lo cual equivale a 1,084,092 personas más, un incremento de 10.7% en 13 años.
La preocupación del país estará enfocada en temas como las sostenibilidad ambiental en Santo Domingo y la administración de sus recursos hídricos porque, además de 11 millones de habitantes que tendrá República Dominicana para 2030, la isla soportará una población similar o mayor en el vecino Haití.
Uno de los observatorios demográfico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyecta una población de 13,363,000 para Haití y 12,039,000 para República Dominicana en el año 2030, más de 25.4 millones que algunos podrían considerar una presión fuerte para el territorio de 76,192 kilómetros cuadrados.