El vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo, criticó que el Gobierno utilice la Ley de Lavado de Activos para cobrar impuestos y no la aplique para combatir el crimen organizado.
En ese sentido consideró que elevar la presión tributaria y combatir la evasión fiscal con las reformas a la referida pieza podría resultar contraproducente debido a que deja de lado el problema de los monopolios y oligopolios que operan en las mayorías de las áreas económicas.
El exministro de Energía y Minas y exlegislador aseguró además que se está perdiendo de nuevo la oportunidad de discutir y pactar una reforma fiscal integral, que aborde simultáneamente la cuestión de los ingresos y los gastos.
Castillo opinó que una reforma de esa categoría debe abordar la gestión de los pasivos y los activos
“En los hechos, es muy difícil elevar la presión tributaria y reducir la evasión, con un mero enfoque punitivo, si no se baja también la presión de los elevados sobreprecios oligopólicos, y no se reducen y racionalizan los impuestos, ya que ambos son parte de la abrumadora carga real que soportan empresas y personas.
Cuando se suman esos factores, vemos por qué se lastran la competitividad de los sectores productivos y se frustra cualquier estrategia exportadora”, sostuvo.
Añadió que “eso, en gran modo, es lo que explica por qué en vez de conquistar mercados exteriores mayores, se sigue una absurda estrategia de atrincherarse en la isla”.
Castillo explicó que en casi todas las áreas de la economía hay sobrecostos y costos ocultos, que lo pagan empresas y personas, y son el resultado de la débil y corrompida regulación del Estado.
Expresó también que lamentablemente esos aspectos no se tratan en el debate, y en cambio, se pretende usar herramientas de lucha anticrimen organizado, para satisfacer las urgencias y apremios de ingresos del Gobierno.
“En las últimas décadas, se ha planteado en reiteradas ocasiones la necesidad de la reforma integral que cambie a fondo la relación entre Estado y economía, para construir relaciones simbióticas y constructivas entre las instituciones y las fuerzas productivas, pero nunca se ha concretado”, sostuvo.