En una reciente entrevista publicada en un medio digital, el ex-aspirante a la presidencia Ramfis Trujillo reveló que no sometió su caso a la CIDH, tal y como lo había prometido a sus seguidores, luego de que la JCE, mediante resolución 18-2020, rechazara su inscripción para la nominación a la presidencia de la República Dominicana; y que el TSE ratificara dicha decisión al no considerarla violatoria de sus derechos fundamentales.
Ante la pregunta realizada por el conocido columnista de opinión Elvin Dominicci: «¿Usted llegó a someter el recurso de amparo para certificar su candidatura con Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH)?», el nieto del ajusticiado dictador Rafael Leónidas Trujillo respondió:
«No. Nosotros dejamos todo en manos de nuestros abogados antes de salir desde Miami a la República Dominicana. (…) A pesar que la CIDH estaba valiéndose del internet para someter casos, esto no crearía el mismo efecto. Además los atrasos de los casos pendientes de la CIDH, nos iban a imposibilitar presentar el caso antes de las elecciones del 5 de julio».
«La presión del tiempo lo tuvimos en contra y por eso fue lo más idóneo, trabajar en base a las elecciones presidenciales del 2024», reconoció en la misma entrevista.
Lo anterior lo había vaticinado el presidente del PNVC, el licenciado Juan Cohen Sander en una entrevista realizada por el destacado periodista Wiliam Rodríguez, a través de su popular programa el Puerto TV; así como también muchos juristas advirtieron, en su momento, que Trujillo tenía el tiempo en contra y de que cualquier decisión de CIDH debía ser adaptada al derecho interno de la República Dominicana para ser acatada.
«Si ganábamos el caso, tendríamos que recurrir al sistema judicial criollo para que acatarán y aceptarán nuestra candidatura en una instancia con dos semanas antes de las elecciones», admitió el nietisimo quien, a pesar de lo expuesto por el mismo, continúa asegurando que será candidato para el 2024.
Igualmente afirma que está trabajando para que se le reconozca su propio partido político: Esperanza Democrática, el cual nació como una corporación con fines de lucro en Miami.
