Se desinfla candidatura presidencial de Ramfis Trujillo; reputadas encuestas no le otorgan más del 3%

Lo que había iniciado como una de las mayores irrupciones políticas de los últimos años en la República Dominicana, a seis meses de las elecciones presidenciales luce un proyecto presidencial desinflado, alicaído y con pocas fuerzas.

Asi va la candidatura de Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, quien hace dos años atrás llegó a marcar en encuestas reputadas hasta un 14% de apoyo popular, sin embargo hoy día en las últimas mediciones dadas a conocer su popularidad no supera ni el 3%, a pesar del enorme descontento ciudadano con la partidocracia tradicional.

Este desplome habría sido provocado por varias situaciones concretas que han girado en torno a un proyecto impulsado fundamentalmente por la poderosa diáspora dominicana radicada en los Estados Unidos y Europa. Entre ellas, la fallida decisión estratégica de haberse aliado a un Partido Demócrata Institucional (PDI) que ha formado parte precisamente de esa partidocracia tradicional desacreditada y sin ningún tipo de fundamento ideológico como proyecto político. También, fuertes rumores que han circulado que ponen en entredicho los criterios éticos y morales de quien aspira a dirigir el país, así como también la incapacidad de este haber formado un verdadero equipo político con dirigentes experimentados con la capacidad de aglutinar y seducir personas. Esto último le ha impedido crecer al proyecto presidencial Ramfis Trujillo. Se pudieran mencionar varios nombres, pero no lo haremos porque ni siquiera vale la pena, de estos dirigentes excluyentes y «coche bomba» que arremeten contra todo aquel que critica a su líder, evidenciando una enorme incapacidad para hacer política en una República Dominicana que a veces hay que echar los escrúpulos al zafacón y colocarse un pañuelo perfumado en la nariz.

Todo esto, le ha permitido a la partidocracia tradicional recobrar músculos y reposicionarse en el ideario colectivo como las fuerzas que tienen reales posibilidades de mantener y retomar el poder en el 2010. Así lo confirman encuestas creíbles que señalan que mas del 90% de la población hoy considera que la presidencia de la República a partir de agosto del 2020 estará en manos del PLD o el PRM, dejando esto cerrada toda posibilidad de que surja «una gran sorpresa» como si ha pasado en otros países latinoamericanos.

El surgimiento irruptivo y posterior desplome de la candidatura presidencial de Ramfis Domínguez Trujillo debe servir de lección a los partidos minoritarios que aspiran asaltar el poder en la República Dominicana. De lección para conocer y poner en práctica lo necesario para impactar en el corto plazo en el electorado, pero a la vez analizar lo que no se debe hacer en el tiempo para evitar una caída estrepitosa que puede echar por la borda importantes logros alcanzados.

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