El director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) negó hoy que exista un plan para desestabilizar al Gobierno, aunque asegura que hay sectores ligados a diferentes estamentos de presión que quieren pescar en río revuelto en República Dominicana y extrapolar estallidos sociales escenificados en algunos países del continente.
El almirante (r) Sigfrido Pared dijo que “como plan, no. Hay sectores que están soñando, sectores minoritarios que no tienen ningún tipo de peso en República Dominicana que hacen declaraciones estridentes y queriendo utilizar práctica de otros países”.
El embajador de República Dominicana ante la Santa Sede, Víctor Manuel Grimaldi Céspedes, dijo ayer que existe un propósito planificado de “intereses egoístas locales y transnacionales” para producir desórdenes en el país a partir de agosto. Dentro de esos sectores habría hasta periodistas que están buscando a un abogado peruano que hizo el expediente a Pedro Pablo Kuczynski (PPK), “están tratando de llevar esto a cuestiones internacionales cuando realmente eso es el error. Ese es el fallo de ellos”.
Aseguró que el presidente Danilo Medina nunca ha estado ligado a ningún tipo de situación que sea cuestionado, por lo que “están queriendo traer por los moños situaciones de otros países que en República Dominicana no caben porque no ha habido ese tipo de delito y reclamos”. Esos sectores están utilizando algún tipo de situación respecto a las declaraciones que ha dado la diputada Faride Raful, indicó. También, algunos sectores minoritarios han querido ser extremistas con ese tipo de situaciones de intranquilidad en el país pero “no lo van a lograr”, dijo.
“Son las minorías que realmente han estado frustrados a través de los años que no han podido lograr el posicionamiento como lo ha sido el gobierno actual”, añadió. Ayer, el embajador en el Vaticano dijo en una carta enviada a medios de comunicación que el plan de desestabilización en contra de la nación es similar a los ocurridos en varios países de América Latina, y que se pretende presionar el desplazamiento del poder al gobierno del presidente Danilo Medina.
“La consecuencia ulterior de estas insanas maniobras”, dice Grimaldi, “será el caos y retrotraer al desorden la sociedad y el Estado dominicanos, y romper un sistema democrático que con algunas deficiencias ha funcionado después de que en 1961 desapareció la dictadura de Rafael Trujillo y el país fue invadido por 42,000 soldados del Ejército de los Estados Unidos en 1965 provocando el descrédito del sistema jurídico latinoamericano apoyado en la OEA”, dice la carta.
Asimismo, hay rumores apuntando a que “detrás de estos malos propósitos están ciertos poderes supranacionales que aprovecharán esa situación para desplazar hacia el territorio dominicano a millones de haitianos para darle una salida a la crisis de ese país, después que la presencia de Naciones Unidas y la intervención militar estadounidense de 1994 y 2004 nada han podido resolver en Haití”.
Por tal razón, agregó el embajador, la Comunidad Internacional debe tomar conciencia de que el pueblo dominicano no aceptará cargar con la crisis de Haití. “Como tampoco lo aceptan otros países latinoamericanos que empiezan a comprender lo que es estar saturados de inmigrantes procedentes de Haití”, señaló.
El embajador Grimaldi llamó a las fuerzas políticas nacionales a poner por encima de sus ambiciones el sano destino de la soberanía como pueblo, nación y Estado.
