Bosch, el Defraudado. Por Guillermo Moreno

Al momento de fundar el PLD, en la Navidad de 1973, específicamente el 15 de diciembre, Bosch tiene plena conciencia histórica de la decisión que está adoptando. En los 40 años precedentes y, particularmente en los últimos 10, Bosch es figura de primer orden de muchos de los acontecimientos políticos ocurridos en el país. Encarcelado en los primeros años de la tiranía trujillista, sale al exilio en 1938, el que se prolonga por 23 años. En Cuba, junto a otros eminentes exilados dominicanos funda el Partido Revolucionario Dominicano. Son los años del exilio fructífero que le permite ver la realidad de la República Dominicana desde la amplitud de América y de las luchas que se libran en el continente por la democracia y la libertad. Particularmente productiva en lo intelectual y en su desarrollo político es la estancia en Cuba, pero también la de Costa Rica, Venezuela, Chile.

A su regreso al país, en septiembre de 1961, es postulado por el desconocido, hasta ese entonces, Partido Revolucionario Dominicano, ganando abrumadoramente las elecciones, con el 60% de los votos, el 20 de diciembre de 1962. Toma posesión el 27 de febrero de 1963.

En Bosch, es la etapa de la “ilusión” con la democracia representativa: “En una democracia no debe haber más gobierno que el de las leyes, y los hombres, cualesquiera que sean sus posiciones, están llamados a ser solo los ejecutores de las leyes”. Bosch prohíja la Constitución más democrática y socialmente más avanzada de todas las que hemos tenido y, como Presidente, dirige un gobierno que respeta a plenitud las libertades ciudadanas y los derechos fundamentales y la independencia de poderes, en el que ni se “robó” ni se “mató”.

El 25 de septiembre, apenas 7 meses después, es derrocado por los sectores oligárquicos del país aliados a lo más conservador del clero católico y a rémoras trujillistas, todos actuando bajo los auspicios del gobierno norteamericano.

Asume el poder el gobierno de facto del Triunvirato, represivo, corrupto, que dispone el asesinato de Manolo y los mártires de Las Manaclas. La coyuntura, de forma trepidante desemboca en el levantamiento armado del 24 de abril encabezado por un grupo de militares que asumen la restitución del gobierno legítimo de Bosch y la Constitución del 63. El avance triunfante de los constitucionalistas recibe como respuesta la grosera intervención armada norteamericana mancillando el suelo patrio con 42 mil marines. Los norteamericanos, bajo el peso de su intervención militar, organizan un mamotreto de elecciones que las gana con fraude Balaguer para retornar al poder e imponer un gobierno autoritario, corrupto y represivo, servil a los intereses norteamericanos.

Esta suma de acontecimientos sucesivos ocurridos del 61 al 66, la doblez con que actúan muchos de los actores políticos nacionales y extranjeros, defraudan profundamente a Bosch, pero al mismo tiempo, son el acicate que le permite transformar su visión y actitud frente a la democracia representativa, el ejercicio de la política y el poder. Bosch descubre la naturaleza imperialista de los EE.UU. Ahora conoce de lo que son capaces los sectores oligárquicos del país. Llega al convencimiento de que estos ni defienden ideas ni principios ni realmente creen en un proyecto nacional dominicano. Ellos sólo tienen intereses y, en su defensa, están dispuestos a colocarse por encima de la Constitución y las leyes y, finalmente, sólo creen en la “democracia” que le preserva sus riquezas y le aumenta su patrimonio.

En Bosch se inicia el tránsito hacia nuevos territorios de ideas, pensamientos y experiencias. El marxismo, de teoría política de referencia, pasa a ser la llave que le permite la compresión integral del conjunto de acontecimientos y el comportamiento de los actores económicos, sociales y políticos. Son los años de obras fundamentales en el pensamiento de Bosch: De Cristóbal Colón a Fidel Castro, Composición Social Dominicana, El Pentagonismo, Sustituto del Imperialismo y Dictadura con Respaldo Popular. Son los años del acercamiento a las experiencias del socialismo en Cuba, Chile, China Popular, Vietnam, Camboya, entre otros.

En este período, otro factor que ejerce gran influencia en Bosch es su experiencia en el PRD de estos años. En su percepción, el PRD, de más en más se va convirtiendo en una suma de intereses grupales e individuales donde muchos lo que están es buscando llegar al gobierno para ascender en los social y económico.

El Juan Bosch que funda el PLD viene de este largo trayecto y de esta rica experiencia política. Al PLD lo funda en base a una visión, principios y métodos que buscan ser la superación de los partidos existentes y, sobre todo, comprometido con producir la liberación nacional como respuesta política a la situación de injusticias, corrupción, ausencia de libertades y democracia y de pérdida de la independencia política y económica.

¿De dónde surge entonces este engendro de partido que pronto cumplirá 20 años gobernando y que a todas luces es la negación absoluta de los propósitos que llevaron a Juan Bosch a fundarlo? De la respuesta nos ocuparemos en la próxima columna.

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