Veamos una realidad. La iglesia Católica posee en Haití una amplia, diversa, bien dotada, económica, logística y socialmente, estructura religiosa.
Entonces porque pretender cargar, preferencialmente, todas sus necesidades hacia la Iglesia dominicana, y peor aun, al Pueblo y al Estado Dominicano, y no despliegan sus mejores esfuerzos hacia países como Canadá, Francia, Estados Unidos, y El Vaticano?
Lo que no pueden la Iglesia Dominicana, ni el Vaticano, ni la Conferencia Episcopal Dominicana, ni ninguna otra entidad religiosa que opere en la República Dominicana, pretender ademas, querer cargarle los problemas y las necesidades históricas haitianas a los dominicanos. Eso es y sera siempre inaceptable, aunque a esa posición irresoluta y genuflexa se someta el Gobierno Dominicano.
El Pueblo Dominicano estará siempre opuesto a esa política y resistirá por todas las vías que el Estado de Derecho nos garantice y permita.
Veamos:
ALGUNOS ACTUALES DATOS DE LA IGLESIA CATÓLICA EN HAITÍ ,
Número de fieles: sobre 10 millones.
Arzobispos 4 de ellos 2 eméritos 14 Obispos, administran alrededor de 200 parroquias y escuelas la animación de los centros religiosos y pastoral o de espiritualidad.
En Haití, en 2006 había 692 sacerdotes (religiosos y diocesanos) repartidos en el siguiente orden: Arquidiócesis del Capo Haitiano: 72 Arquidiócesis de Puerto Príncipe: 274 Diócesis de Anse à Veau-Miragoâne (Creada en 2008) … Diócesis des Cayes 83 Diócesis de Fort-Liberté 35 Diócesis des Gonaïves 59 Diócesis de Hinche 43 Diócesis de Jacmel 41 Diócesis de Jérémie 50 Diócesis de Port-de-Paix 35.
En el número siguiente hay una relación de Congregaciones y Órdenes religiosas tanto masculinas como femeninas que trabajan en Haiti. Ademas de ellas se encuentran y trabajan en Haiti los Dominicos ,Franciscanos, Capuchinos, Jesuitas. Los hermanitos de María: Instituto autóctono de derecho pontifical. Se asentaron en Haití en 1985. Los hermanos de Santa Teresa: Sociedad de sacerdotes de Saint-Jacques” Y otras órdenes.
DESAFIOS PASTORALES DELA IGLESIA CATÓLICA E N HAITÍ.
En el mismo informe continental, se lee que la dinámica pastoral de la comunidad eclesial de Haití “está fuertemente marcada por la realidad de pobreza y desigualdad social que caracteriza este país”. Ante esta realidad “la Iglesia reconoce que la sociedad haitiana, es una sociedad que se ha olvidado del bien común, que posee una baja autoestima, una desconfianza en sí misma y es una sociedad marcada por la desintegración familiar con débil liderazgo”.
En el escenario eclesial, se lee que hay una realidad “poco alentadora”. Esto a raíz de que al haber sido reconocido el Vudú como una religión más, “la vida espiritual del pueblo haitiano está marcada por el sincretismo, existen haitianos vudúes que se reconocen a su vez como cristianos y viceversa”.
“La Iglesia haitiana, junto a estas problemáticas, reconoce también que esta es una nación que canta y baila, que posee una gran riqueza espiritual en torno a la religiosidad popular y a las vocaciones especialmente enfocadas a la misión”, es lo que subraya el Observatorio Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano – Celam (OPC), sobre la Iglesia del país caribeño.