No han bastado los escándalos de Odebrecht, a nivel nacional y regional y tenemos en la puerta de la República Dominicana una amenaza mayor con la concesión minera para la explotación de metales en la Cordillera Central.
No puedo negar mi terror, la indignación y rabia que me embarga como la gran mayoría del pueblo dominicano, que se verá afectado directa e indirectamente, con una minería salvaje e irresponsables que acabará con bosques y el agua tan necesaria para la vida de millones de seres humanos.
La explotación que acabará con grandes hectáreas de bosques de la República Dominicana, y una puñalada en el corazón de la isla, significará la extinción de la vida de importantes, ríos que le calman la sed a la población y le da vida a grandes cultivos especialmente en el llamado granero del sur, San Juan de la Maguana.
Pero la destrucción de bosques, y la disminución del agua, también afectarán la fauna, de especies que no podrán sobrevivir, al desaparecer su medio ambiente natural.
Hoy la República Dominicana se enfrenta en uno de los desquiciamientos y actos de ambición más criminales e irresponsables de la historia de la República Dominicana, lo que debe ser repudiado y enfrentado, sin contemplación por todo el pueblo Dominicano.
Es imperdonable e inaceptable que por un grupo de gente, de los que me avergüenza que sean dominicanos, se pretende prácticamente regalar la Cordillera Central de la isla y la más importante en la región, para extraer desde las entrañas de la tierra, metales preciosos, con el conocimiento que se destruirá el país, al desaparecer una gran parte de ese pulmón nacional y fabrica de la mayor cantidad de ríos que abastece de agua el país.
Los dominicanos sin importar bandera política, sexo, religión o cualquier otra denominación social, deben integrarse a las protestas, para impedir la ejecución de este asesinato medio ambiental.
Sencillamente es inaceptable ejecutar tan aberrante proyecto que no solo traerá consecuencias a la República Dominicana, sino de toda la isla que compartimos con Haití, quien, ya se encuentra, con la pérdida de más de un 80 o 90 por ciento de su foresta.
Reitero, que todos los sectores nacionales deben integrarse, para detener ese ambiciosos e irresponsable crimen medio ambiental, que le quitará la vida a la isla completa, afectando el clima, la producción por la falta de agua, pero sobre todo la contaminación generada por la actividad minera con lo que además el país deberá gastar miles de millones de pesos para resolver los daños que dejará.
Los malos y perversos dominicanos que están detrás de ese proyecto maligno y criminal deberán ser identificados, para que el pueblo dominicano le conozcan y declararlos una amenaza y traidores a la Patria.
Así mismo, les advertimos que son los responsables directos de los daños que sufrirá el país de concretizarse que lo dudo mucho, esta terrible y criminal puñalada al corazón de la isla en la Cordillera Central.
Al presidente Danilo Medina y a los miembros del PLD también les advertimos, que el pueblo está pendiente, y que ese proyecto minero será el sepulcro político del Partido de la Liberación Dominicana.
Al ex presidente Leonel Fernández, Hipólito Mejía, a Luis Abinader, así como a cada uno de los aspirantes a diputados, senadores, alcaldes de todos los partidos políticos, que se coloquen del lado del pueblo dominicano, para detener esa ignominia y asesinato de nuestra Cordillera y la extinción de bosques y ríos que son la vida del territorio nacional.
Hoy hacemos un llamado a los organismos internacionales, y a las naciones de la región, para que también se una para evitar ese terrible daño medio ambiental al pulmón y centro de vida de la isla.
Un daño que será irrecuperable por lo que quedarán condenadas dos naciones, las actuales y futuras generaciones de la República Dominicana y también de nuestro vecino Haití.
¡No a la explotación de la Cordillera Central!
¡No a la destrucción de la fauna y flora!
¡No a la minería irresponsables y destructora ¡
¡No al asesinato medio ambiental!
