“Debe procurar que sólo engendren hijos los individuos sanos, porque el hecho de que personas enfermas o incapaces pongan hijos en el mundo es una desgracia, en tanto que el abstenerse de hacerlo es un acto altamente honroso”. Adolf Hitler
«El afrodescendiente más flaco allá pesaba siete arrobas (antigua unidad de medida). No hacen nada. Creo que ni para procrear sirven» (2017, Jair Bolsonaro
Aquí dos frases que los dos autores secundarían sin dudarlo un instante. La primera, de aquel Alemán que alguna vez soñó con ser pintor y, la segunda de aquel militar que sueña con algún día ser el genocida en que se convirtió, aquel Alemán que soñaba con ser pintor.
Hoy Latinoamérica está de luto. Hoy, la mayoría social de Brasil (la primera economía latinoamericana) eligió el camino del nazi-fascismo como su modelo político/social.
Eligió los latigazos a los negros colgados de las ramas de un árbol por desobedecer al amo, eligió a la pila de cadáveres en estado de descomposición en la Alemania nazi, eligió a los maridos que golpean a sus compañeras y prefieren un hijo muerto antes que maricón, eligió las descargas eléctricas, las uñas arrancadas a sangre fría mientras los torturadores reían viendo desangrar sus víctimas en una habitación inundada de humo y olor a muerte.
¿Que hacer cuando se corre voluntariamente hacia el abismo?
¿Como se explica la popularidad de un personaje tan repugnante?
¿En que maldita cueva están los 36 millones de brasileños que comieron 3 veces al día por primera vez con los gobiernos del PT?
Pues no se….
¿será que esta es nuestra realidad?
¿Será que el ser humano es un péndulo que levita entre lo solidario y lo reaccionario?