OPINION: Ramfis Domínguez, tan solo es, un Trujillo más. Por Miguel Espaillat Grullón

Miguel Espaillat

1 – En su carta de Jamaica, Simón Bolívar transmitía a su interlocutor el dolor que sentía al ver el estado en que los españoles habían dejado a su querida Venezuela, cosa que hizo con las palabras siguientes:  “Tres siglos ha -dice usted- que empezaron las barbaridades que los españoles cometieron en el grande hemisferio de Colón; barbaridades que la presente edad ha rechazado como fabulosas, porque parecen superiores a la perversidad humana; y jamás serían creídas por los críticos modernos, si constantes y repetidos documentos no testificasen estas infaustas verdades.

2 – Algo semejante ocurre con la historia de atrocidades cometidas por Trujillo y su familia contra el pueblo dominicano. Los jóvenes de hoy, que no leen, que están en vicios, en dembó, en reggaetón y en vivir la vida loca, desconocen lo que fue la era de Trujillo, por eso muchos de ellos están en eso de seguir al Ramfis Domingo Trujillo quien nos quiere vender la ignominia de que su abuelo fue un gran ser humano, cuando en realidad fue una bestia, un ser maligno y despreciable.

3 – Los relatos de aquellas barbaridades, por perversas, se podrían catalogar como las obras de ficción literaria de un novelista con mente fértil, pero no es así, porque las diabluras cometidas por Trujillo y su familia, son una amarga realidad, que nada tienen de ficción. Veamos algunos ejemplos.  Pilar Awad Báez (Pachy), hoy una mujer con 59 años cuenta su tragedia familiar en su libro “La verdad de la sangre”.  Su padre Jean Awad Canaán, era un apuesto oficial de la Aviación Militar Dominicana casado con Pilar Báez Perelló (Pilarcita).  De ese oficial, se enamoró Angelita Trujillo, aun estando casada con el sádico y todopoderoso Luis José León Estévez.  La historia es larga, compendia todo un libro, por lo que explayarnos en detalles es imposible en este tipo de trabajo. La cuestión es que Angelita Trujillo le hizo la vida imposible a la pareja Awad-Báez, porque el joven esposo se resistía rendirse a las pretensiones amorosas de la princesa de Trujillo.  Igual historia de despecho cuenta Yolanda Garrido, la viuda del capitán Juan de Dios Ventura Simó quien cayó en desgracia cuando rechazó las pretensiones amorosas de Angelita. Como es sabido, Ventura Simó desertó de la fuerza aérea y regresó al país pilotando el avión que trajo un grupo de los expedicionarios que vinieron por Constanza, Maimón y Estero Hondo. La expedición fracasó y Ventura Simó fue apresado, y nos dice su viuda, que antes de matarlo lo torturaron más que a Cristo.

4 – Es historia patria, la tragedia existencial vivida por los esposos Jean Awad Canaán y Pilar Báez Perelló.  El 6 de febrero de 1960 Pilar estaba internada en la Clínica Abreu para dar a luz.  Aquel fue un parto con cesárea sumamente difícil de más de 24 horas de lucha para traer una niña al mundo.  De inmediato la parturienta se debatía entre la vida y la muerte con una hemorragia imposible de detener, producida por un anticoagulante inyectado a propósito, acción esta, que todas las investigaciones apuntan que fue ordenada por Angelita Trujillo; en consecuencia, pocas horas después aquella joven madre moría desangrada. Cuenta en su libro la hija sobreviviente aludida, que su padre Jean, en un solo grito cargaba el féretro de su adorada esposa a la salida de la casa.   nueve meses después, también moría su padre víctima de un accidente automovilístico preparado por el entonces poderoso coronel Luis José León Estévez, el esposo despechado de Angelita Trujillo.

5 – Debo consignar aquí, que el banilejo Miguel Ángel Báez Diaz, el padre de Pilar Awad Báez (Pilarcita), fue uno de los que conspiraron para matar a Trujillo, por lo que fue a parar a las más horrendas cárceles de torturas y asesinatos del trujillato.  Mientras Báez Diaz estuvo encarcelado, de un solo culatazo le sacaron todas las piezas dentales, además tuvo que presenciar el fusilamiento de su hijo de 22 años, el teniente Miguel Báez Perelló (Miguelin), quien estaba totalmente ajeno a los movimientos conspirativos que dieron al traste con la satánica existencia de Trujillo.  Además, la vesania del trujillismo fue tan satánica, que días después, Ramfis Trujillo hijo entró a la celda donde estaba el desbastado hombre que había presenciado el fusilamiento de su hijo. Don Miguel Báez Diaz, estaba convertido en todo un esqueleto con pésimo estado de salud.  Para satisfacer el hambre de este carcamal, Ramfis hizo que le trajeran un plato de arroz con carne.  Báez que estaba hambriento, se lo comió todo. Cuando el prisionero hubo terminado esa comida, Ramfis hizo que le presentaran la cabeza de su hijo Miguelin, y le dijo:  esa carne que tanto te ha gustado es la del cuerpo de tu hijo Miguelin.  Como consecuencia de esa escena macabra, Miguel Báez Diaz sufrió un ataque cardíaco que lo mató en el acto.

6- Desde el asesinato de Pilarcita a la fecha han transcurrido 59 años, y la vida, indetenible, ha seguido su agitado curso. En ese interregno, Angelita Trujillo se hizo de un nuevo esposo, también otro Luis José, pero de apellido Domínguez Rodríguez, hoy un coronel pensionado de la Fuerza Aérea, que en aquel tiempo fue una ficha del clan criminal del sádico Ramfis Trujillo hijo.  De ese segundo matrimonio de Angelita, nació el 1970 Luis José Ramfis Rafael Francisco Miguel Domínguez Trujillo, quien se hace llamar Ramfis Trujillo. Actualmente, este Ramfis con tres hijas, a sus 49 años anda pretendiendo ser presidente de nuestra Republica Dominicana.  También, Pilar Awad Báez ha procreado dos hijos, una hembra y un varón.

7 – Ahora bien, ante esta saga familiar, en el supuesto de que las hijas de Ramfis estén solteras, ¿Podría darse la eventualidad de que una de ellas se casara con el hijo de Pilar, y que por consecuencia Pilar aceptara a Angelita Trujillo como su nuera, sin que para esta unión medie el pasado macabro precedentemente reseñado y sin que lo conflictos sicológicos, morales, familiares y sociales propios de esta situación se interpongan, no solo entre los novios a desposarse, sino también entre ambas familias? ¿Serian resolubles o salvables esos conflictos? ¿Olvidarían ambas partes el pasado ignominioso que los separa, para entonces llegar a una conciliación y armonía, a la paz espiritual y al amor? ¿Será posible y ético que Pilar Awad Báez y sus hijos, se concilien con quien asesinó a sus ancestros paterno y materno de manera tan macabra, para dar paso a amoríos, a besos, abrazos y orgasmos, a miradas y sentimientos de verdadero amor, entre esos cuerpos y almas de ambas familias? ¿echando los escrúpulos al zafacón podrán las mujeres de las familias Awad, Báez, Diaz, Perelló, concebir en su vientre a un Trujillo, o los varones sembrar sus semillas biológicas en vientre de alguna de las Trujillo? ¿Sería púdica esta reconciliación?, ¿o pese al tiempo pasado, primará en esas familias desafectas a los Trujillo, un sentimiento visceral eterno de rechazo, hacia los Trujillo alimentado por una cordillera de dignidad, vergüenza y decoro, que los separará para siempre?  Bueno…, como Pilar y sus hijos están vivos, ¿por qué, mejor no se lo preguntamos a ellos, para ver la respuesta que nos dan?  Este planteamiento también se lo hago extensivo a la familia Tavares-Mirabal, a ;los Perelló a los de la Maza, y a las otras tantas familias que sufrieron los desmanes de los Trujillo, para ver las respuestas que nos dan todos ellos.

8 – En este ínterin recordamos, que Angelita, para más “joder” la cosa, le da categoría de patricio a su progenitor Trujillo, y que su hijo Ramfis, no solo dice que su abuelo fue un gran ser humano, sino que lo magnifica, sosteniendo que fue demasiado humano, y para más “encojonar”, sostiene burlonamente, que él no tiene nada que ver con los asesinatos de su abuelo, y que no le interesa el pasado, sino el presente y el futuro.

El asesinato de José Virgilio Martínez Reyna y su esposa embarazada

9 – La noche del 1 de junio de 1930 por orden de Trujillo fueron macabramente asesinados el Lic. José Virgilio Martínez Reyna y su esposa embarazada Altagracia Almánzar en su residencia de San José de las Matas.  En aquella ocasión tres forajidos entraron a su casa, uno de ellos se abalanzó sobre él dándole un machetazo en la cara que le seccionó la nariz, los labios y la barbilla y otro machetazo por el cuello lo degolló, haciéndolo caer de espaldas sobre el lecho.  Luego vaciaron las balas de sus revólveres sobre su pecho, produciéndole siete heridas, y por último le infirieron con alevosía varias puñaladas. Entonces, la esposa embarazada, desesperada se arrojó sobre los criminales, los cuales le hicieron dos disparos a quemarropa, uno de ellos atravesó su hígado y la placenta de su criatura, lo que ocasionó la muerte de ambos.  A estas muertes le siguieron cientos más que previamente fueron listadas selectivamente por cada provincia del país.

El exterminio de la familia Perozo.

10 – La familia Perozo fue una más de las víctimas de la saña del déspota Trujillo. Desde mayo de 1932 las asedió hasta acabar con 39 de los hombres de esa familia y de decenas de sus amigos, asesinándolos de la más sórdida manera.  Cuando eran perseguidos, los campesinos o cualquier otro que se sospechase de protegerlos eran apresados y fusilados, por supuestamente no haber reportado a las autoridades militares la presencia de ellos.

11 – De esta cadena de crímenes el más recordado es el de José Luis Perozo, asesinado el 13 de junio de 1945, a la edad de 13 años.  Este adolescente fue acuchillado en el vientre por un sicario mientras caminaba por el parque de San Francisco de Macorís.  Así herido, este niño no fue llevado al hospital, sino al cuartel de la policía donde a propósito lo dejaron desangrar.  De este hecho contó su madre, que los policías acordonaron el recinto para que nadie pasara a auxiliar a su criatura, y que cuando al fin la dejaron pasar, su hijo estaba tirado en un piso que era todo un charco de sangre, y que cuando permitieron que lo llevaron al hospital, ya era demasiado tarde.  Para despistar el móvil del asesinato y encubrir al autor intelectual, usaron de un chivo expiatorio, al efecto se le presentó a la indignada población un ladronzuelo que había sido ahorcado en el mismo destacamento policial.

Los Crímenes de Ramfis y Radhamés

12 – Sobre este tema en la revista “Ahora” el periodista Antonio Espinal escribió lo siguiente: Uno de esos tétricos y espeluznantes relatos de los crímenes de Ramfis y Radhamés lo hace un médico dominicano cuando revela cómo fue torturado por Ramfis y Radhamés Trujillo, así como por el jefe del Servicio Secreto.

13 – En la noche del 1 de junio de 1961 (tras el atentado contra Trujillo) tres hombres heridos llamaron a la puerta de mi casa.  Los vendé sin hacerles ninguna pregunta. Una vez que hubieron abandonado mi casa, yo mismo fui detenido y llevado a presencia del jefe del Servicio Secreto. Allí se me informó que había ayudado a los autores del atentado contra Trujillo.  Querían saber de mí, a dónde habían ido aquellas tres personas.  Como no pude responder a sus preguntas, porque no lo sabía, fui torturado.  Me arrancaron las uñas de los dedos de los pies con unos alicates.  Después me introdujeron palillos de dientes entre las uñas de los dedos de las manos y me ataron a una especie de silla eléctrica. Me sometieron a unas descargas de corriente que paralizaron todo mi organismo.

14- Seguidamente me obligaron a abrir las piernas y un hombre negro me azotó con una fusta las partes más sensibles hasta hacerme sangrar.  Todas las torturas fueron presenciadas por Ramfis Trujillo, que reía y animaba a mis verdugos.  Un poco más tarde llegó también su hermano Radhamés, en compañía de un grupo de mujeres bastante jóvenes.  Todos estaban borrachos. Radhamés tomó unos periódicos y los arrolló haciendo de ellos una especie de antorcha que encendió y pegó a mi cuerpo. Esto lo hizo varias veces conmigo y con otros detenidos.

15 – Después, Radhamés hizo que nos volvieran a encerrar en la celda llena de detenidos, todos desnudos, y ordenó que echaran sobre nosotros varios cubos llenos de hormigas.  Por el agujero de la cerradura estuvo contemplando como los insectos nos atormentaban con sus picaduras.

16 – En mi presencia – continúa narrando el doctor Barrera – Luis León Estévez (el esposo de Angelita), mediante un rápido tajo con un cuchillo, abrió el vientre de uno de los prisioneros y mientras la víctima gritaba de dolor, metió ambas manos por la herida y le sacó los intestinos.

17- Otro de los crímenes horrendos cometidos por Ramfis Trujillo hijo, fue el asesinato de los héroes del 30 de mayo, históricamente conocido como el crimen de la “Hacienda María”, llevado a cabo en la noche del 18 de noviembre 1961.  Esta historia Lipe Collado la cuenta así: Cuando Ramfis le entregó al presidente Balaguer su renuncia y le dejó saber su partida inminente del país, hablaron sobre los magnicidas que guardaban prisión. De repente Balaguer le formuló a Ramfis una pregunta incisiva y malévola: ¿Y usted me va a dejar ese problema a mí?

18 – El 18 de noviembre de 1961, poco después de las 7 de la noche de aquel sábado, aproximadamente una hora antes de Ramfis abandonar el país, este se apersonó a la Hacienda María acompañado de los coroneles José Luis León Estévez (Pechito), Gilberto Sánchez Rubirosa (Pirulo) y Alfonso León Estévez (hermano de Luis José).  Entre todos asesinaron a Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sadhalá, Huáscar Tejeda Pimentel, Luis Manuel Cáceres Michel, Roberto Pastoriza y Modesto Díaz.

19 – Ramfis, Luís José y Sánchez Rubirosa estaban próximos a una piscina, parados en una elevada plataforma de cemento, bajo un chorro grueso de luz de una potente bombilla. Al primero que Alfonso llevó ante ellos fue a Cedeño y le dispararon, primero lo hizo Ramfis, después el marido de Angelita y luego Sánchez Rubirosa.  Después, el coronel Alfonso fue a buscar a Livio Cedeño y sucesivamente a los demás, llevándolos uno por uno, y los iban matando de la misma manera.   Américo Dante Minervino, reveló que dirigió parte de los preparativos de ese crimen, por órdenes del entonces jefe de la policía, coronel Marcos Jorge Moreno, quien también estaba presenciando el asesinato.

En un párrafo anterior ya narré, como Ramfis mandó a matar a Miguel Báez Perelló (Miguelin) y que después lo mandó a descuartizar y cocinar para finalmente darse a comer a su hambriento y afligido padre.

Las torturas en las cárceles de Trujillo

20 – De las torturas en las cárceles de Trujillo, Eduardo Antonio García Vásquez, narra del infierno que se vivía en esos lugares en aquella época, y refiriere del comportamiento de los que participaron en la gesta del 30 de Mayo, cuando fueron torturados.  En aquel aquelarre terrible de aquellas torturas sin pausa, pretendiendo dominar las conciencias, los cuerpos de los prisioneros sospechosos de complicidad en el ajusticiamiento de Trujillo, eran destrozados poco a poco, pero las torturas sólo servían para levantar a aquellos hombres y darle plenitud de razón a Juan Tomás Díaz, infatigable en su afirmación de no teman, que esto está entre hombres decentes y hay que creer en la decencia.

21- Huáscar Tejeda: En un momento en que temiera debilidad en su cuerpo, intenta quitarse la vida antes que disminuir en dignidad.

22 – Miguel Ángel Bissié: De regreso de la silla eléctrica, todo agarrotado, parece desfallecer y me confiesa: Don Antonio, no aguanto más, si me llevan de nuevo tendré que decirlo todo. Bastó decirle, nadie te lo impedirá, pero creí podríamos enseñarles que somos distintos, que tenemos dignidad; entonces, exclama: ha sido un momento de debilidad, no pasará más, no pasará. Este hombre fue llevado una y otra vez a las torturas, pero sus labios se sellaron sin cometer ruindad.

23- Bienvenido García Vásquez: destrozado una y otra vez sin proferir un grito, desoyendo el consejo de todos, se hace soberbio en el desprecio a los verdugos.

24 – Miguel Ángel Báez Díaz: será el acento y la afirmación de lo que puede el ideal cuando sustancia una vida, de lo que puede el espíritu contra la mezquindad de la carne. En un traslado de celda, quedaría yo en el pasillo junto a la solitaria en que él y Modesto Díaz estaban encerrados. Modesto casi destrozado y Báez Díaz en un regreso de la muerte, tocando los linderos de la vida. Nos reconocimos y entonces, los dos, ayudados el uno por el otro, puestos de rodillas, me piden hacer lo mismo. Habló Miguel Ángel: Nosotros dos moriremos. No temas, en nuestros labios no habrá delación. Cuida de nuestra familia. Eso te encargamos. En seguida, nos penetramos por los ojos, el uno en gratitud inconfesada, los otros en una afirmación de serenidad absoluta, de sublimizada transportación espiritual.

25 – Ernesto de la Maza Vásquez: llevado la madrugada de la noche del ajusticiamiento a la fortaleza de La Vega y de allí a La 40, de complexión física extraordinaria, centraría desde el principio el odio y salvajismo y alcahuetería ruin de los verdugos Clodoveo Ortiz, Candito Torres, teniente Germán Pérez Mercado, Juan Reyes, etc. Sus dientes destrozados a palos, su cuerpo molido, atasajado, sería sentado en la silla eléctrica, fijado a los electrodos, levantado sobre el asiento materialmente izado con una cuerda atada a su órgano noble… Así, entre una sacudida eléctrica y otra, en la pausa suficiente para que recobrara lucidez, la misma pregunta: ¿quién mató al jefe? Cien veces debió morir ese asesino, fue su respuesta; y palabras como cabrones, que eran el coronamiento de lo másculo.

26 – Con la intensidad de las torturas se iba multiplicando esa maravillosa afirmación de hombre, hasta que vencida la morbosidad de aquel grupo de chacales, apretó firme el interruptor como si quisieran llegar más allá de la muerte. Todavía, cuando arrastraban el cuerpo contraído y semi-carbonizado, el magnífico tórax, aquel espléndido pecho se expandía, afirmaba una casta de hombres. El coronel Germán Despradel, entre otros, presenció estos hechos.

Sobre los expedicionarios Maimón Constanza y Estero Hondo y del 14 de junio

27 – Es historia, que entre el 14 y 20 de junio de 1959 llegaron a Constanza, Maimón y Estero Hondo, 153 dominicanos, 22 cubanos, 13 venezolanos, 5 puertorriqueños, 2 norteamericanos, 2 españoles y 1 guatemalteco, en total, 198 expedicionarios que vinieron a combatir a Trujillo. Tal como dice el himno del 14 de junio, estos llegaron llenos de patriotismo, enamorados de un puro ideal, y con su sangre noble encendieron, la llama augusta de la libertad.

28 – En pocos días, la expedición fracasó militarmente.  Un gran número de ellos pereció en combate y la mayoría de los apresados fueron fusilados, y los que no, fueron trasladado a las cárceles donde fueron torturados más que a Cristo. En la Base Aérea de San Isidro y en La 40, con Ramfis hijo dirigiendo las torturas, los volvieron despojos humanos.  Sin darle de comer ni beber, los azotaron con vergas de toro, varas de bambú y alambres de púas, y lo sentaron en la silla eléctrica hasta terminar matándolos a casi todos. La mayoría de los cadáveres los tiraron al mar, o en fosas comunes que todavía no se encuentran.

29 – De estas atrocidades dan cuenta la foto en la silla eléctrica tomada a José Messón.  A este expedicionario lo llevaron amarrado al campamento Trujillo de la Marina en la avenida Independencia, donde hoy está Radio Patrulla.  Lo tiraron al suelo, le colocaron una soga al cuello que colgaba de una mata mango, y se dieron entre insultos y denuestos por ahorcar a Messón tirando de la soga. En el pináculo lo retuvieron un minuto y lo dejaron caer contra el suelo asfaltado. Tras repetir esta acción cuatro veces, soltaron la soga y el ya cadáver se precipitó a tierra. A seguidas el cabo barbero Rossó Piña, con un enorme y filoso cuchillo le cercenó los órganos genitales y le dividió el cuerpo en cuadritos. De estas tragedias, dan cuenta las fotos tomadas a Enrique Belliard, Frank Grullón y Miguel Álvarez Fadul, este último en la silla eléctrica.  

La fatídica cárcel del Factor de Nagua y los crímenes del General José María Alcántara

30 -De la página “Historia Dominicana en Gráficas” se puede leer lo siguiente: De alguna manera, todo el que por alguna razón enfrentó a Trujillo, fue perseguido, encarcelado, exiliado o asesinado por sus esbirros. La población del municipio de Nagua, en ese momento Julia Molina, no escapó a la furia del dictador.

31- José María Alcántara era oriundo de Azua donde se destacó por sus crímenes en Sisal de Azua. Precisamente por sus méritos criminales, Trujillo lo premió ascendiéndolo a General de Brigada.  Al llegar trasladado a Nagua, tan pronto se sentó en su despacho en la recién construida fortaleza Olegario Tenares, se informó de quienes eran los más consumados asesinos entre los guardas de puesto en ese cuartel, y cuando los tuvo enfrente, les ordenó: “Saquen cuatro presos de la cárcel, no importa si tienen o no delitos o si han sido condenados por los tribunales. Ahórquenlos y esta noche, coloquen uno, en cada una de las cuatro entradas del pueblo. Deben ser gente bien conocida por estos alrededores, para que hagamos un escarmiento en este pueblo, y no se vaya a ocurrir a alguien decir siquiera media palabra contra el régimen de gobierno del ilustre jefe”.

32- Las fincas arroceras de Trujillo en Factor de Nagua se trabajaban con individuos que arbitrariamente se encarcelaban.  Allí ponían a trabajar a esos hombres todo el día en un lodazal a pleno sol, sin la menor protección contra la acción del agua, el lodo, los microbios o los mosquitos anopheles, transmisores de paludismo o fiebre amarilla o malaria, dándole una comida paupérrima.

33 – Cuando estos hombres cansados y hambrientos llegaban al barrancón que les servía de vivienda y dormitorio, de vez en cuando encontraban a uno de ellos colgando ahorcado.  Se ahorcaba a los enfermos de paludismo o con catarro para evitar que contagiasen a los demás.  Entonces, de los trabajadores vivos se elegia a quienes iban a cavar la fosa para enterrarlos. Y hay del que protestara, pues también era ahorcado.

Francisco Benedicto Rodríguez, un sobreviviente de la tiranía cuenta de los abusos de Trujillo

34 – Fui a Nagua a pasarme las vacaciones y me bañaba en la boca (a la salida de Nagua, camino a matancita).  Ahí estaba Alcántara cuando hicieron las fincas de arroz. En una enramada que había a orilla de la playa, mandaban a buscar a todos los dueños de la tierra y en un cofre echaban todos los títulos, y dizque le iban a pagar el dinero al día siguiente.  Al otro día cuando me fui a bañar de nuevo, aparecieron toda esa gente de los títulos boyando muertos en el rio. El General Alcántara a todos los había ahorcado, para robarles sus tierras y entregárselas a Trujillo.

Colofón

35 – Hablar de las atrocidades cometidas por el siniestro Trujillo y su familia no es tarea que puede hacerse en un trabajo periodístico, cuyo género literario exige brevedad. Relatar sobre los asesinatos y torturas que se hacían en La 40, El 9, Nizao, El Sisal de Azua, en el Factor de Nagua, en la Isla Cabrito, en San Isidro, en todos los cuarteles y policiales del país; hablar de los asesinatos y torturas del SIM, de Johnny Abbes García, de Alicinio Peña Rivera, Ciriaco de la Rosa, Cesar y José Ángel Villeta, Luis José León Estévez, Candito Torres, Emilio Estrada Malleta, José María Alcántara, W Belarmino, de los asesinatos y asesinos de los Panfleteros de Santiago, de los expedicionarios de Constanza Maimón y Estero Hondo, de los miembros del 14 de junio, de las hermanas Mirabal, hablar de los miles que  fueron masacrados por órdenes de Trujillo, etcétera, conlleva miles de páginas.  Aunque sea un resumen, mil paginas son pocas. Alrededor de la historia de Trujillo deben haberse escrito más de 200 libros y todavía el tema no se agota.  Por lo extenso del mismo, quien se dedique a su estudio debe disponer de tiemplo y disciplina y hasta de un buen estómago y buena mente para no enfermarse y lastimar su alma en esta faena de lectura de hechos tan horripilantes y conmovedores.

36 – Tal como lo escribe Pilar Awad Báez en su libro “La Verdad De La Sangre”, en la era de Trujillo, no había propiedad segura si la ambicionaba un Trujillo, el fruto de una vida de trabajo podía esfumarse sólo porque la ambicionara un Trujillo, el honor de una mujer estaba a merced de los caprichos de cualquier Trujillo, nadie podía contar con estar vivo al día siguiente si en la noche había provocado la ira de un Trujillo.   Angelita Trujillo – Continúa narrando Pilar – en su libro “Trujillo Mi Padre”, afirma su defensa al trujillato.  Ella se atrevió a presentar el régimen de su padre como lo que el país necesitaba históricamente en ese tiempo. Aparentemente ella olvidó las torturas implacables, los asesinatos políticos, la venta de la patria al extranjero (Grenada Company Alcoa, Falconbridge, La Yuquera, la exoneración de impuestos por 20 años al Central Romana etc..) el robo de fondos públicos, el despojo de tierras a los campesinos, la opresión mediante el terror de todas las libertades, las huelgas reprimidas, todo eso y más quedó olvidado o fue elevado a la categoría de “necesidad histórica”.

37 – También, Angelita olvidó (digo yo, ME), que sin esos 31 años de Trujillo, el país hubiese avanzado más, tal como lo hicieron otras naciones. Todavía el atraso que tenemos se le debe a Trujillo y al trujillato, puesto que en esa era maldita se eliminó el capital humano más idóneo, que con su patriotismo y civismo, hubiese dado pie a una verdadera democracia con desarrollo económico y espiritual. Pero entre Trujillo y Balaguer mataron a los hombres y mujeres más granado de nuestro pueblo, y dejaron las escorias, que hasta hoy se han adueñado del país, y no gobiernan con perversidad, para su solo beneficio.

38 – A esa forma de pensar de Angelita Trujillo se le ha sumado su hijo Luis José Ramfis Rafael Francisco Miguel Domínguez Trujillo, quien, como ya réferi, se hace llamar Ramfis Trujillo. Este individuo que ha sido adoctrinado por su madre para llevar a cabo una venganza contra nuestro pueblo, se ha presentado antihistórico, antivalores, ofensivo, abusador, desafiante ruin y descarado, es lo menos que podemos decir de alguien que como él es un trujillista de pie a cabeza y que sin respecto a una historia de tortura, asesinatos, robos y abusos infinitos pretender conquistar por el voto popular la presidencia de una Republica que precisamente fue víctima de las mayores perversidades del Trujillo que el defiende a capa y espada.

39 – Ramfis es antihistórico, porque obra contra la historia, queriendo acomodarla a sus bastardos intereses familiares. Es antivalores, porque el trujillismo en sí es antivalor. Es ofensivo, abusador, desafiante, ruin y descarado, porque presentarse a un pueblo que fue víctima de las atrocidades de quien el dice que fue un gran ser humano, solo es posible por alguien que es ruin y descarado e irrespetuoso del dolor, del sentimiento y del derecho ajeno.

40 – Hay que ser un descarado, un irrespetuoso y un abusador como lo está siendo Ramfis, para pisar una tierra con más de 50 mil cadáveres bajo tierra de seres humanos que fueron torturados y asesinados de la manera más vil por mandato de su abuelo y por otros ancestros suyos, y que como si nada hubiese pasado les dice a las osamentas de todos esos mártires, y a sus familiares vivos, que Trujillo era y fue un gran ser humano. También ofende y lastima a todos esos parientes que todavía no han curado sus heridas, que aun lloran a sus muertos y que sobre sus cuerpos tienen las cicatrices de las torturas. Definitivamente, Ramfis es un Trujillo más, pero niega y simula serlo.  Por suerte hoy somos muchos los que podemos detectar cuando una persona es un psicópata, para no dejarnos engañar de uno que, tras un encanto superficial e inteligencia, esconde las entrañas de un demonio. Hijo de rata caza ratones, y Ramfis no es la excepción a esta regla; él tan solo es, un Trujillo más.  El no tiene a quien salir bueno.  Por estos conocimientos y por un fuerte sentimiento de dignidad nacional y personal y por respeto y amor a los hombres y mujeres que sufrieron martirologios infinitos en la era de chapita, Ramfis ni ningún otro trujillista pasará.  No permitiremos que las sagradas osamentas de nuestros héroes y heroínas sean profanadas y burladas por otro Trujillo. Eso jamás. El coraje, la vergüenza y la dignidad de nuestro pueblo, impedirá esa afrenta.

Comentarios con Facebook

También te va a interesar