Una comisión de La Coalición Patria, un esfuerzo unitario que desarrollamos diversas organizaciones, entidades, grupos, y activistas patrióticos de la República Dominicana, se trasladó éste sábado 26 de mayo del 2018, hasta la comunidad de San José de Villa, en la Provincia de Nagua, a petición de un conjunto de organizaciones cívicas, religiosas, Juntas de Vecinos y ciudadanos de esa comunidad, quienes demandan apoyo ante las agresiones y abusos de que son víctimas por parte de los invasores haitianos que se han instalado en dicha comunidad, y que están afectando la convivencia pacífica de sus moradores, y trastornando sus condiciones y hábitos de vida.
En efecto, a consecuencia de la presencia masiva, desordenada, y descontrolada de haitianos en esta comunidad, al margen de toda regulación, empezaron a manifestarse una diversidad de problemas, entre otros, la acumulación de basura en los canales, heces fecales en las calles, escándalos, desorden, y violencia.
Esta situación llego al punto extremo que el domingo 6 de mayo del 2018, un ciudadano haitiano armado con dos machetes, penetró a la residencia del dominicano Pedro García, el cual se abalanzó contra el mismo, y logró cortarle un dedo.
En ese momento de tan violenta agresión, Pedro se encontraba con su familia e hijas, a las cuales decidió proteger con su propia vida.
Ya antes ese haitiano había agredido al Albañil Dionisio Parra de 58 años, pacífico vecino de la comunidad y a quien a golpes de machetes le rompió su motor, que utiliza para desempeñar su trabajo.
Éste haitiano al ingresar a la casa de Pedro logró ser reducido y conducido a la Fiscalía de Nagua, donde la Fiscal Dulce les impuso “una conciliación o acuerdo”, despachando al haitiano bajo el alegato que “lo iba a deportar para Haití”, quedando el caso en absoluto impunidad.
Ante la indignación de la comunidad, sobre todo al enterarse de que una iglesia haitiana instalada en el área se ha convertido en un santuario de protección de delincuentes y antisociales, e ilegales haitianos, jóvenes dominicanos salieron a clamar justicia por su barriada ante lo cual una presunta pastora con vínculos en la justicia local, auspiciada además por unos activistas de derechos humanos que llegaron desde la Romana, determinaron una intervención de esa Fiscalía, obteniendo el arresto del joven dominicano Francisco Espaillat Abreu, de 22 años, al cual se le conoció una medida de coerción, imponiéndoles el pago de RD$ 30 mil pesos de fianza como garantía económica, los cuales el mismo no puede pagar, por tratarse de un simple obrero jornalero.
El joven Francisco permanece bajo prisión en la Fortaleza del Ejercito establecida en Nagua.
Es precisamente esa “pastora”, quien de inmediato protegió al grupo de haitianos que acompañaba al agresor que penetró la casa de Pedro García violentando su intimidad familiar y poniendo en franco peligro la vida de toda su familia.
Estos hechos graves, no pueden ser reducidos a los descalificativos típicos de las autoridades de que se trata de “videos viejos” o de “acusaciones raciales”.
Estos hechos son corroborados por todos los miembros de la comunidad y por sus organizaciones más representativas.
Así lo testifican:
– Domingo Castillo, de la Junta de Vecinos Unidos Para Luchar, de San Jose de Villa,
– Reyes Paniagua, Coordinador de la Junta de Vecinos Doña Densa, de San Jose,
– Leo Dan de Jesús, activista y dirigente cívico de la comunidad,
– Evelyn Espaillat, ama de casa,
– Enmanuel Tifa, estudiante,
– Felipe William Moratin, enfermero y dirigente sindical,
– Delcia Taveras Paula, miembro de la comunidad,
– Hector Mendoza, dirigente de la comunidad.
Todas estas personas dominicanas, testificaron delante del Teniente Coronel Cuevas Mendez, Subcomandante del Departamento Policía Nacional de Nagua, y del 1er. Teniente De León Fermín, Supervisor de la dotación policial de Nagua.
Los miembros de la comunidad han declarado que ciertamente “la Dirección de Migración estuvo en la comunidad y realizó una redada deteniendo unos ciento cincuenta haitianos, los cuales la mayoría en pocos días han retornado a la misma comunidad, manteniendo la misma en permanente zozobra y malestar.
Los moradores de San José de Villa, sector de Nagua habitado por entre unas 7 y 8 mil personas, se mantienen en vigilia en demanda de la puesta en libertad del joven Francisco Espaillat, quien fue arrestado injustamente, por el solo hecho de reclamar pacíficamente la salida de los invasores de su comunidad.
Los moradores:
* Reclaman además que se les brinde atención médica a los dominicanos, los cuales son relegados por las atenciones a los haitianos que desbordan el hospital local y acaparando todos los servicios y medicamentos.
* Reclaman que los haitianos están contaminando el canal llenándolo de basura, y de heces fecales.
* Reclaman que cese la violencia haitiana contra sus familias, y exigen que las autoridades de migración y la gobernación local intervengan de inmediato para evitar acciones de mayor violencia, pues ellos no van a permitir más daños y agresiones contra sus familiares.
La Coalición Patria, acompañó a los moradores en una caminata pacífica hasta la fortaleza donde logró reunirse con el detenido, y una Comisión de la organización patriótica, asistirá de nuevo a la comunidad hasta lograr la plena libertad del joven dominicano, víctima de la violencia haitiana y de la violación de sus derechos nacionales.
Nuestra Coalición demanda la intervención urgente de las autoridades nacionales ante éste evidente hecho que atenta contra el principio de autoridad nacional y contra el debido control territorial que debe prevalecer en el Estado Dominicano.
Entendemos que la población dominicana no puede continuar siendo objeto de la agresión impune y violenta de los ilegales haitianos, pues ello está generando una espiral de violencia, de la cual es responsable el Estado Dominicano ante las políticas desacertadas de control migratorio que aplica a favor de los haitianos en nuestro país.
