MOSCÚ, 14 de mayo. / TASS /. Médicos y veterinarios de Hong Kong descubrieron anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en dos perros, cuyos dueños habían contraído la enfermedad COVID-19, y también extrajeron un cultivo de virus «vivo» de uno de los cuerpos de las mascotas por primera vez. Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista Nature.
«Los murciélagos rinolofídicos se consideran un reservorio probable del precursor del SARS-CoV-2. Sin embargo, según las experiencias con el virus del SARS, es probable que los hospedadores intermedios sirvan para unir la transmisión de los murciélagos a los humanos. Los perros, otros cánidos y felinos pueden se venderán o se encontrarán en las proximidades de los mercados de animales de caza, la presunta fuente para la propagación zoonótica inicial del SARS-CoV-2. Deben analizarse durante las investigaciones sobre el origen de este virus para determinar si juegan papel en los eventos indirectos «, escriben los científicos.
El coronavirus SARS-CoV-2, la razón detrás de la enfermedad COVID-19, puede penetrar no solo los cuerpos humanos, sino también los cuerpos de muchos otros mamíferos. Experimentos recientes de biólogos y observaciones de veterinarios indican que los macacos rhesus, hurones y gatos se ven afectados por la infección casi tan severamente como los humanos.
Además, en los últimos dos meses, los investigadores han registrado varios casos de infección por coronavirus en perros domésticos, contraídos, presumiblemente, de sus dueños infectados. Tales declaraciones aún causan muchos argumentos entre los científicos: muchos de los cuales señalan que la estructura de la proteína ACE2, que el virus usa para penetrar en los organismos objetivo, difiere significativamente entre humanos y perros.
Víctimas de cuatro patas del coronavirus
Un grupo de biólogos de la Universidad de Hong Kong, dirigido por el prof. Malik Peiris, obtuvo la primera evidencia inequívoca de que la infección por coronavirus puede penetrar en los cuerpos de los perros, y también descubrió que la infección en perros ocurre sin síntomas. Han llegado a esta conclusión después de investigar muestras de sangre y secreción nasal, recolectadas de 15 mascotas, cuyos dueños contrajeron la infección en febrero o marzo.
Se registraron rastros del virus, anticuerpos y fragmentos de su ARN, en dos perros. Una mascota murió dos días después de su ingreso a la clínica, mientras que la segunda se recuperó.
Los científicos lograron extraer partículas virales completas de las muestras recolectadas del perro fallecido, decodificar su ARN y confirmar que el coronavirus «canino» era bastante viable. La comparación de su genoma con otras cepas de coronavirus reveló que estaba estrechamente relacionado con las variaciones de coronavirus que se propagaron por Hong Kong durante los primeros días del brote de COVID-19 en China.
Curiosamente, los dueños del segundo perro también tienen otro perro, que no contrajo la enfermedad. Esto podría indicar que el coronavirus se transmite de un perro a otro con mucha menos frecuencia que entre gatos o humanos.
Aún así, el hecho mismo de la infección y propagación del virus en los cuerpos caninos indica que es posible que los perros, no los murciélagos o los pangolines, fueran la fuente inicial de la infección, ya que la carne de perro se podía comprar en mercados de carne exótica en China, el Los investigadores creen.
