Donald Trump amenaza con deportar niña con parálisis cerebral cuando salga de operación

Una niña indocumentada de 10 años que sufre de parálisis cerebral se enfrenta a la deportación después de ser detenida por las autoridades de inmigración y aduanas en camino a un hospital de Texas para una cirugía de emergencia. Los agentes de ICE estuvieron esperando fuera de su habitación hasta que la niña se mejore para poder sacarla del país.

Los oficiales federales de inmigración atraparon a la niña cuando ella y su prima, que es ciudadana estadounidense, estaban en una ambulancia que la estaba trasladando al hospital Driscoll de Corpus Christi para una operación de piedras en la vesícula.

A las dos de la madrugada de este martes, Rosamaria Hernandez y su prima estaban en la ambulancia a unos 60 kilómetros al este de la frontera. Al pasar por el puerto de revisión, los agentes de ICE le solicitaron documentación. Al ver que la menor no es residente legal de EE.UU., los agentes les permitieron continuar pero las siguieron al hospital, otras 80 millas.

Por más de 24 horas, agentes de ICE tomaron turnos fuera de la habitación del hospital de la niña en el séptimo piso. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza confirmó que los agentes la escoltaron hasta el hospital para que recibiera el tratamiento, pero “de acuerdo con las leyes de Estados Unidos, al darle de alta será procesada”.

Cuando le dieron de alta este miércoles, Hernández fue llevada a un centro para menores indocumentados, a pesar de que el médico dijo que la niña debería visitar a su médico de atención primaria después de la cirugía, según The New York Times.

“SUS ÓRDENES SON PROCESARLA”, DIJO LETICIA GONZÁLEZ, QUIEN TRABAJA CON EL ABOGADO DE INMIGRACIÓN DE LA NIÑA ALEX GALVEZ. “EN ESTE PUNTO, NUESTRO ARGUMENTO PARA LOS FUNCIONARIOS DE INMIGRACIÓN ES QUE EXISTE UNA ORDEN MÉDICA, ¿POR QUÉ NO LA CUMPLEN?”

Rosamaria Hernandez, la niña que sufre de parálisis cerebral, nació en México pero ha vivido en los Estados Unidos desde que tenía tres meses, y ahora está en peligro de ir a un país que no conoce. Su madre también teme que si la regresan a México, no podrá darle el apoyo que necesita para tratar su enfermedad.

“AQUÍ ESTÁ TODA SU VIDA. ELLA NECESITARÁ MUCHAS TERAPIAS Y PUES ALLÁ YO NO PODRÉ DÁRSELAS”, DIJO LLORANDO LA MUJER.

Lamentablemente, en la América de Trump, estas historias se han vuelto demasiado comunes. Lo único que podemos hacer es compartir su historia y desearle todo lo mejor a Rosamaria Hernandez para que pueda recibir el tratamiento que se merece.

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