Reino Unido aprobará la vacuna contra COVID-19 de Pfizer y BioNTech la próxima semana

El Reino Unido está listo para aprobar la vacuna COVID-19 de Pfizer y BioNTech la próxima semana, según un informe del Financial Times este sábado.

La aprobación convertiría al Reino Unido en el primer país occidental en aprobar una vacuna COVID-19, señala el Times. Rusia fue el primer país en aprobar una vacuna en agosto, y la medida fue ampliamente criticada porque la vacuna no se había sometido a ensayos clínicos cruciales en la última etapa.

Las fuentes dijeron a los medios de comunicación que las entregas comenzarían a las pocas horas de la autorización y que las primeras inyecciones podrían realizarse a partir del 7 de diciembre.

El primer ministro británico, Boris Johnson, nombró al ministro de negocios junior, Nadhim Zahawi, como el ministro responsable de implementar las vacunas, informó Reuters . El Reino Unido ya ha pedido 40 millones de dosis de la vacuna a la empresa.

Gran Bretaña dijo el 20 de noviembre que pidió a la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios, su regulador médico, que evalúe la idoneidad de la vacuna, según Reuters.

Pfizer y BioNTech solicitaron una autorización de emergencia para su vacuna COVID-19 de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos el 20 de noviembre. Un comité asesor de la agencia se reunirá el 10 de diciembre para votar si recomendará la vacuna para la aprobación de la FDA.

Funcionarios de Operation Warp Speed dijeron el martes que alrededor de 6,4 millones de dosis de la vacuna se distribuirán a los estados y territorios a mediados de diciembre, suponiendo que reciba la autorización de emergencia. Los funcionarios esperan que 40 millones de dosis estén listas para fin de año.

El Wall Street Journal informó el viernes que United Airlines inició vuelos chárter para enviar dosis de la vacuna a fin de prepararse para la distribución.

Pfizer y BioNTech han dicho que su candidata a vacuna tenía una tasa de eficacia del 95 por ciento en los ensayos clínicos de última etapa.

Fuente The Hill

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