Según el abogado Cándido Simó la inscripción del doctor Leonel Fernández como nominado a la presidencia de la República por otro partido o coalición está prohibida por los artículos 49.4 y 134 de las leyes de Partidos Políticos y de Régimen Electoral.
Simón sostiene que los artículos de las citadas leyes obligarían a la Junta Central Electoral a rechazar una candidatura de Fernández, debido a que ya participó como precandidato por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Es decir, agrega el abogado, Fernández tiene “un impedimento legal que augura que la Junta Central Electoral le inadmita su inscripción mediante una resolución administrativa”.
Explicó a El Nuevo Diario que la diferencia entre precandidato, nominado y candidato no es semántica sino conceptual, pues lo primero se presenta dentro de la organización política, donde se decide quién será el nominado o nominada ante el órgano electoral correspondiente, al cual corresponde decidir si el propuesto cumple las condiciones legales para presentarle como candidato ante los electores que decidirán si le eligen al cargo de que se trate.
“En la hipótesis que la JCE inadmita administrativamente su pospulación o nominación, el doctor Fernández deberá concurrir ante el Tribunal Superior Administrativo porque así lo ha dicho en por lo menos dos sentencias el Tribunal Constitucional y en una el Tribunal Superior Electoral, lo que dificularía sus aspiraciones debido a lo traumático del procedimiento contencioso administrativo”, explicó Simón.
Advierte que si el exmandatario “concurre ante el TSE se corre el riesgo de que este decline ante el TSA como ya lo ha hecho antes”. Otra opción sería impugnar la decisión de la JCE ante el TC alegando la inconstitucionalidad de los artículos 49.4 y 134 de la ley de partidos y la de régimen electoral, con el obstáculo de que en la Sentencia TC/0041/19 ya eso de algún modo se decidió sin declararlos contrarios a la Constitución.
Simón vaticinó que en una supuesta hipótesis de que la JCE le admita la inscripción la batalla procesal a contracorriente es la misma pero en sentido contrario, con la agravante de que entonces todos los órganos electorales del país estarían obligados a inscribir los aspirantes que perdieron sus nominaciones por sus respectivas demarcaciones y entonces, entraría el caos.
