Andrés L. Mateo, comentarista de El Gobierno de la Tarde, manifestó este lunes que en el país se evidencia una verdadera injusticia social contra los extrabajadores del Estado que no reciben ningún tipo de protección a la hora que llegan a la vejez, pese a sus décadas de servicios.
Mateo dijo que los actos de injusticia que dejan al desnudo a la sociedad en la República Dominicana, es el caso de Michel, un extrabajador cañero, quien padece en un hospital de varios traumas, a causa de una bomba lacrimógena lanzada por un agente de la Policía Nacional durante una manifestación pacífica.
Recordó que esa manifestación por el derecho a su pensión solo participaban envejecientes que han pasado las “mil y una noches”, pues sus vidas fueron el aliento y el polvillo de los cañaverales.
Mateo precisó que la realidad de los cañaverales fue una etapa asfixiante, pues en la era de sátrapa Rafael Leonidas Trujillo no había una cosa peor que vivir en un batey, y que en la actualidad esa realidad no ha cambiado: “Esos bateyes eran cementerios de vivos y la ignominia pura a las personas”.
Dijo que el señor Michel se encuentra entrampado en un hospital, pues no tiene dinero para cubrir el tratamiento de lugar, debido que el seguro que posee no le cubre.
El escritor, no obstante, explicó que el caso del señor Michel no es el único que ocurre de injusticia, sino que en la Alcaldía del municipio de Santiago, existe otro similar que se vinculan con varias de las decisiones del alcalde Abel Martínez Durán.
Expuso que el caso del señor Bretón, el cual algunos medios han presentado ante la conciencia ciudadana, pues este servidor público tenía 30 años recogiendo basura y fue despedido sin ningún tipo de pensión.
El historiador señaló que no existe ningún tipo de respaldo social para esos años de vidas esfumados en el Ayuntamiento de Santiago y aseguró que el trato que se le ha dado al señor Bretón lo ha llevado a que se convierta en un símbolo de la injustica social en el país.
Andrés L. Mateo indicó que los casos de los señores Michel y Bretón son muy parecidos, pues se demuestra que con estos sectores vulnerables hay una verdadera injusticia social.
Exhortó a la sociedad dominicana a seguir revisándose, pues no es posible que Michel y Bretón, quienes dedicaron más de 30 años de sus vidas al Estado, uno en el central azucarero y el otro a recoger basura en Santiago, estén ambos sin tener los recursos para atender sus padecimientos, pues se les niegan sus pensiones y sus derechos a tener servicios de salud.
