Como parte de la estructura criminal que pudo instaurar en sus mas de dos décadas de reinado en la República Dominicana, el poderoso y temible narcotraficante César «El abusador» financiaba voluptuosas mujeres provenientes de Colombia y Venezuela que llegaban al país específicamente a satisfacer los deseos sexuales de personas del poder politico, militar y empresarial.
Estas mujeres que eran contactadas a través de los carteles socios que tiene el hoy prófugo narcotraficante, también eran utilizadas para trabajar en sus mas de 20 centros de diversion que estaban situados en toda la geografía nacional.
Una parte de las mujeres eran señaladas directamente por los interesados a través de un catalogo virtual que estos grupos delictivos habilitaron para que se pudiera apreciar sus características físicas.
Inclusive, la presencia de estas fue lo que motivo que la discoteca VIP Room, situada en la avenida lincoln con independencia, se convirtiera en apenas meses en la número uno de la capital. La presencia de estas damas que los dominicanos solo veían en «novelas», le dio un toque particular a una discoteca que por la característica de su infraestructura parecía situada en un país Europeo.
«Esas mujeres eran Reinas sin corona, con todo los powers», dijo un joven consultado que era asiduo visitante a dicha discoteca.
Fue precisamente esa posibilidad de controlar el tráfico de estas bellas damas hacia la República Dominicana y la posesión de cuantiosos recursos económicos, lo que le permitió al poderoso narcotraficante granjearse el fiel apoyo de personas cercanas a los mas altos círculos del poder politico, militar y empresarial de la nación.
