Santo Domingo.-El anuncio de la embajadora de Estados Unidos, Robin Bernstein, de que a petición del presidente de la República, Danilo Medina, y del titular del Tribunal Constitucional (TC), Milton Ray Guevara, su país supervisará las elecciones del año 2020 obedece a la grave crisis institucional que afecta la República Dominicana, luego del intento de “golpe a la Constitución de la República”, afirmó el sábado el vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo.
“En el país hay una profunda crisis institucional y Estados Unidos lo sabe, esa desestabilización ya se llevó la credibilidad de la JCE y el voto automatizado, por todas las manipulaciones que se hicieron, ya ustedes vieron que Participación Ciudadana dijo que las primarias fueron ilegítimas, o sea el gobierno de Estados Unidos no quiere que la República Dominicana llegue a la situación de Haití”, sostuvo.
Agregó que “el presidente Medina que intentó tres períodos consecutivos, pero no pudo ha dicho recientemente, aunque él no es el candidato que él gana, y para ellos está utilizando la fuerza del Estado, el peligro es real y el fondo de la crisis es la lucha de facciones dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)”.
Castillo consideró que Estados Unidos no quiere otro Haití en la República Dominicana porque se sumaría a la inestabilidad regional que ya existe en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Chile y otras naciones latinoamericanas.
El dirigente político sostiene que incluso la crisis que supuestamente existe en el país, amenaza con derrumbar el Estado, destruir la democracia, la constitución y las libertades fundamentales.
“Esa crisis tiene su origen en el proyecto autoritario, que originalmente pretendió dar un golpe a la constitución, para habilitar al presidente Medina para un tercer periodo, y luego se concentró en usar el poder del Estado para subvertir y manipular por malas artes el proceso de primarias en el partido gobernante que a la vez es un partido-Estado, con la finalidad de habilitar al presidente para volver en el 2024, mientras este ejerce el poder por interpósita persona, en una modalidad de Presidencia vicaria o delegada”, opina.
Añadió que “los daños institucionales provocados por la lucha facciosa dentro del PLD son preocupantes, en la medida en que la JCE quedó severamente afectada en su credibilidad y capacidad arbitral y se aprobaron leyes antidemocráticas de muy difícil cumplimiento, a la vez que quedó muy maltrecho el Sistema Automatizado de Votación”.
Sostuvo que a Estados Unidos no conviene que en el país continue el deterioro institucional.
Castillo afirmó que ahora habrá que recuperar la credibilidad en la Junta una difícil tarea en estos momentos.
Opinó que eso ha provocado una gran perturbación en el país y en las naciones y fuerzas democráticas de todo el continente que están precisamente luchando contra la tendencia de muchos gobernantes a permanecer en el poder sin límites de tiempo y sin medir consecuencias, como lo ilustran los casos de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, inspirados a su vez por el modelo y las estrategias marcadas por Cuba.
“Esto ocurre, precisamente, cuando también se está librando una nueva versión de guerra fría en la región Gran Caribe, en la que potencias extracontinentales rivales de Estados Unidos, conforme a su visión ideológica, promueven una concepción donde la defensa de la soberanía nacional está disociada de la expresión de la soberanía popular mediante elecciones limpias y competitivas, entre opciones plurales con posibilidades realistas de alternabilidad democrática”, sostuvo.
Consideró que para superar lo que define como un gravisimo trance, que amenaza con retrotraernos a etapas superadas y sumirnos en situaciones de confrontaciones e ingobernabilidad, será necesario activar todas las fuerzas vivas organizadas de la nación que puedan ejercer una eficaz labor de mediación y contención.
Castillo planteó una movilización fe las fuerzas democráticas tanto en elpaís como en el exterior, para que Medina respete la constitución, asuma su rol de Jefe de Estado y abandone el lamentable papel de jefe de facción.
