Por Leonardo Jaquez
La tensa situación a lo interno del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) amenaza con socavar la estabilidad política de la nación debido a que sus miembros de base dicen sentirse «defraudados y hasta traicionados» por el presidente de la república, Luis Abinader, y algunos de sus funcionarios que supuestamente ni siquiera le estarían tomando las llamadas telefónicas ni respondiendo a los mensajes que envían por whatsapp.
“Yo estoy totalmente de acuerdo con lo que ha planteado por el compañero, viernes, sábado y domingo, si en esos tres días, no hay designaciones a los puestos de los compañeros vamos a ocupar las oficinas públicas, vamos a hacer desorden si es lo que se quiere, pero vamos a esperar”, expresó mediante un audio remitido a la redacción de Loquesucede uno de los perremeístas inconformes con las designaciones realizadas por el primer mandatario de la nación.
La tensa situación es tal que hace unos días en el segundo piso de un local del PRM situado en la avenida César Nicolás Penzon fue realizada una reunión con carácter de urgencia, en la que allí los «excluidos de las bases» delinearon las estrategias que supuestamente llevaran a cabo para forzar al nuevo gobierno reencausarse por el redil de la legitimidad popular. «Un gobierno se ilegitima cuando es elegido por el pueblo pero ese pueblo que somos las bases lo pisa para darle las instituciones a esos blanquitos que ni conocemos», se le escuchó decir a uno de los presentes.
Igual situación de inconformidad se manifiesta en varios de los grupos de whasapps que crearon los miembros de la organización oficialista en la campaña electoral. En estos espacios virtuales muchos estan criticando algunas de las designaciones realizadas por el presidente de la república porque supuestamente los beneficiarios merecían estar en mejor posición, de manera que esto les permitiera ayudar mejor a las bases. En esa dirección se expresaron sobre los casos del hoy ministro de educación, Rafael Furcal, a quien muchos consideraron debió estar como ministro en el Palacio Nacional y de los nombramientos de dirigentes históricos del PRM como Orlando Jorge Mera, Eligio Jaquez y Víctor Atallah.
«Abinader no quiere saber de nosotros, puso a Víctor como asesor, a Eligio lo mandó para Nueva York y a Orlandito que hasta fue el delegado ante la JCE en Medio Ambiente, el ha preferido darle mayor primacía a sus amigos blancos adinerados, mira a el hijo de Hatuey como ministro un hombre que nunca ha pisado un barrio en este país», señaló otro de los que tomaron la palabra en la actividad realizada en el PRM.
Precisamente, preocupado por todo esto y como buen conocedor del instinto natural guerrillero que históricamente ha caracterizado a las bases de su partido, el expresidente Hipólito Mejía dijo ante los medios que le preocupaba la desesperación que ve en los miembros de una organización que duró 16 años fuera del poder. “Me preocupa la desesperación de la gente. Tenemos una semana y la gente está desesperada como si tuviéramos dos años de gobierno”, expresó el ex mandatario.
Dijo que el gobierno está tomando las medidas necesarias para ir sustituyendo a los funcionarios y nombrar a la dirigencia y militancia perremeísta, por lo que pidió paciencia.“No desesperéis; sé que es duro pero tampoco se puede resolver este asunto en una semana ni en un mes”, señaló.
Puntualizar que lo mas preocupante de todo esto es que el gobierno, que ganó las pasadas elecciones fundamentalmente porque supo conectar su discurso con los anhelos de cambio del pueblo, empieza a proyectarse desde ya en el imaginario de la gente como una enorme masa amorfa conformada por grupos variopintos de poder que estarían repartiéndose en dimensiones asimétricas las instituciones públicas.
En esa dirección se pronunció el ex consultor jurídico del poder ejecutivo Guido Gómez Mazara quien en un articulo de opinión reproducido en este medio dijo que «una franja importantísima de la estructura política queda sorprendida al momento de observar la distribución de cuotas de poder como resultado de que, un porcentaje de los agraciados en el tren administrativo, no exhibían los niveles de visibilidad en el trayecto de la campaña».
Al ver toda esta situación preocupante a lo interno de una organización que asumió el poder en medio de una de las mayores crisis sanitaria y económica de toda la historia, muchos consideran que al parecer volveremos ver aflorar en este nuevo gobierno del PRM los mismos fantasmas de la diatriba, la confrontación interna, y el poco sentido de unidad partidaria que tanto afectaron los gobiernos de los ex presidentes Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía.
