Luis Abinader será Presidente. Por Marcos José Núñez

Este trabajo de opinión, por la forma en como está intitulado, va a generar sorpresa, confusión y controversia con algunas personas. Pero al final, va a encontrar solidaridad, comprensión y discernimiento. Aun así, me la juego y afirmo que Luis Rodolfo Abinader Corona será presidente de la República Dominicana…en el futuro.

No es un designio maquinal. No se trata de un augurio, ni un acto de prestidigitación. No es una profecía ni una visión; es una realidad político-social que se expresa en un aspecto electoral muy importante y hasta decisivo en futuros comicios.

En el año 2016, Luis Abinader contra todo pronóstico de encuestas internas de trabajo y del oficialismo, logró obtener un sólido 35% de los votos que la Junta Central Electoral de Danilo Medina y Roberto Rosario permitió contar (pudo ser más de un 40%), frente a un 62% del candidato oficial.

Algunas informaciones obtenidas de estudios de mercado, faltando apenas dos meses para las elecciones de 2016, daban cuenta de que el candidato presidencial Luis Abinader, obtendría un 22% de la votación y el candidato-presidente Danilo Medina cerca de un 68%.

Otro estudio al que tuvimos acceso faltando meses antes de las elecciones decía que Luis Abinader tendría como techo máximo un 30% frente a un 65% de Medina.

Luis Abinader no fue mal candidato pero, tenía un partido nuevo y se cometieron numerosos errores en la escogencia de candidaturas menores. A eso hay que agregar una buena parte del sector político hipolitista que al no identificarse con el candidato de su partido y al verse por ciertos manejos poco estratégicos muy maltratados, optaron por sentarse y con ello, se debilitó un poco las posibilidades de competir.

Todo el Estado estaba volcado para aplastar a como diese lugar, al joven nuevo líder del sector “liberal” de la política dominicana. Pero los problemas internos en el comando de campaña opositor, amenazaban con fortalecer aún más las posibilidades de avasallamiento del oficialismo.

Por ello, faltando poco más de dos meses para las elecciones, la escogencia como candidata vicepresidencial de Carolina Mejía Gómez, fue un paso acertado y correcto, el cual contribuyó sin dudas a aumentar la aceptación electoral, incorporando a más militantes del otro sector contrario en el PRM, al sector de Abinader y generó expectativas de renovación en la parte del electorado más cansada del continuismo.

Pero el mundo no acaba con una derrota como la de 2016. Eso puede ser el comienzo, de una exitosa carrera política.

Abinader actuó correctamente las semanas siguientes a las elecciones de mayo, al salir a defender a muchos candidatos a cargos congresuales y municipales, a los que el gobierno amenazaba con arrebatarles el triunfo. No obstante, pasado ese tiempo, el compañero Luis Abinader y su equipo, debieron entrar en un periodo de reflexión y autocritica que no sucedió. El proselitismo continuó con una especie de “bateo y corrido”, es decir, con una campaña electoral a destiempo, como si todavía fuese el candidato del 2016, ratificado no se sabe por quién, para ser el candidato de las elecciones del 2020. Craso error.

Por ello, provocó la reacción del otro sector político que dentro del PRM, le adversa y revivió una vez más el liderazgo adormecido y casi en retiro del Ex Presidente Mejía. Quien esto escribe, durante meses, estuvo pidiendo a los compañeros de la corriente hipolitista que dejaran a Abinader, “continuar con su proselitismo incesante, porque a fin de cuentas éste (El PRM) es su partido y él así lo dice, en privado”. Eso me ganó muchas críticas negativas y hasta que se me considerase una persona más tendente a identificarse con este nuevo liderazgo, todo porque a nuestro modo de ver, un enfrentamiento político tan temprano a casi cuatro años del próximo proceso comicial, nos desgastaría en una guerra sin cuartel y dividiría las fuerzas ante de entrar a batalla…Recordemos lo que pasó en el PRD, entre el 2009 y 2011.

Luego, personas importantes del sector de Don Luis Abinader, ordenaron iniciar una campaña de descrédito sistemático y sutil contra el ex presidente Mejía (la cual no ha parado), valiéndose de manera encubierta de dos o tres incontrolables en las redes sociales, además de grupos de activistas y organizaciones de protestas ciudadanas, con mucha presencia mediática en los últimos años. El resultado de ese esfuerzo inútil ha sido, dar un nuevo impulso a una fuerza añeja pero imparable, que se mueve como locomotora a gran velocidad por todo el territorio nacional, cargando nuevos adeptos y dinamizando al pueblo en todas partes.

Hay sectores supranacionales muy poderosos, organizaciones muy influyentes del empresariado, de las iglesias cristianas y de la misma sociedad civil, que comienzan a ver como la solución ideal -pese a todo lo que la marcha verde ha proferido en su contra-, Hipólito Mejía como la opción más viable para un gobierno de transición democrática, por ser un hombre de amplia experiencia de Estado, con capacidad para resolver crisis, tener la voluntad de lograr acuerdos y por ser la única referencia presidencial inmediata de la oposición, esto es, ser el único ex -presidente opositor vivo, que ha ganado antes, otros procesos electorales.

Por tanto, entiendo que este momento es para llegar a acuerdos, algo que Hipólito Mejía sabe cómo hacerlo.

Aunque he propuesto y sugerido a otros compañeros en artículos anteriores, entiendo que Luis Abinader, podría ser la persona ideal para presidir su propia organización política, el PRM.

Sería una magnífica oportunidad de enmendar errores pasados en el trato a los dirigentes, garantizar la participación de todos los miembros de las distintas corrientes en los organismos y ser un ente para canalizar inquietudes de la sociedad, incorporándolos a la vida partidaria directamente y no a un proyecto político individual, haciendo crecer la credibilidad y la militancia de la organización.

En este momento, se necesita una organización política, no grupos o proyectos presidenciales. Luis Abinader debe asumir esa tarea que lo va a engrandecer (aunque no lo vea hoy y parezca un sacrificio) y asegurará nuestra victoria en 2020. En caso contrario, será ineluctablemente el candidato natural y seguro dentro de siete años y probablemente, podría tener a quien esto escribe apoyándolo, junto a todo el partido, pese a las diferencias políticas coyunturales que ha habido en el pasado reciente.

No hay ningún joven líder del PRM, ni de toda la oposición, capaz de competir con estructuras políticas propias, prestigio y ascendente popular con el futuro presidente de la República Dominicana, Don Luis Abinader. El que está más cerca de ser un competidor es el Alcalde de la Capital, David Collado, pero sigue siendo una incógnita lo que hará, dado su manejo enigmático, para propios y extraños.

A Don Luis le quedan cuando menos, 25 años más de carrera política. En sus manos está.

Hay que tomar decisiones inteligentes. Y el tiempo apremia.

Comentarios con Facebook

También te va a interesar