Ser íntegro es vivir con responsabilidad en todos los actos de nuestra vida y que nadie pueda cuestionarnos por nuestras acciones, en estos tiempos lo que debe ser normal, tiene un valor histórico.
Hemos sufrido cambios de paradigma, ser íntegro es algo difícil, pero no imposible como toda regla siempre tiene sus excepciones, sin embargo hoy día se ha comenzado un proceso de retomar los valores cívicos y morales y el amor a Dios, el gran dilema que tenemos en la sociedad es que los responsables por su don de mando de preservar la integridad son los que menos la cumplen, siendo, actores de primera línea en violentar la moral y la buenas costumbres, siendo cómplices y haciéndose de la vista gorda o «miopes».
Hoy día hay una corriente de pensamientos que reclaman moralidad, valores , honestidad, fidelidad y todos los componentes que forman la integridad, ojo esto no deja fuera de culpa a la familia, quien tiene que jugar su rol en la educación en valores, lo cierto de todo esto es que vivimos en una sociedad de doble moral, mientras los que plantean el cumplimiento de la ley y justicia social son los primeros en hacer lo contrario, nuestra misión hoy es impulsar los cambios necesarios, para retomar lo único que hace una nación fuerte, sus principios, buenos modales, respeto a las leyes, sin exclusión de ninguna especie, donde nuestros activos principales sean nuestros recursos humanos formados de manera íntegra, podemos tener de todo mucho, pero si no tenemos un pueblo educado conforme a principios, éticos y morales no tenemos nada, para muestra un botón el imperio más fuerte y poderoso fue el imperio Romano y ¿Qué lo destruyó?, la corrupción, la perversidad, promiscuidad entre otros. Entonces la lucha de hoy es y tiene que ser por la paz mundial, hombres y mujeres íntegros.
@Juan Pujols – Desahogo para el Alma.
