Donald Trump y John McCain nunca fingieron. Por eso no ocultaron la poca empatía que existía entre los dos. Antes de fallecer el excandidato presidencial a la Casa Blanca, informó a su familia y más cercanos sus últimos deseos, según constató The New York Times. Entre sus peticiones, estaban los lugares donde quería ser honrado.
Son tres: Arizona, Anápoles y la Catedral Nacional de Washington. Hubo una solicitud llamó la atención pública. McCain señaló que no quería que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistiera a su funeral y que prefería que fuera el vicepresidente Mike Pence a la ceremonia que se realizará en la Catedral Nacional de Washington.
Según el New York Times, su féretro también será presentado en el capitolio de Arizona, el Estado del suroreste del país al que representó durante más de 35 años en el Congreso.
Las exequias se llevarán a cabo en la Catedral nacional de Washington. Los expresidentes Barack Obama y George W. Bush, un demócrata y un republicano, pronunciarán sus elogios fúnebres, a su pedido, según el Times.
Varios medios informaron hace unos meses que el senador había solicitado expresamente que Donald Trump no participara de su funeral; estaría previsto que sea el vicepresidente Mike Pence quien tome su lugar.