Miami, Florida. – El periodista ecuatoriano Andersson Boscán del portal La Posta en Ecuador, quien en más de una ocasión ha recibido serias amenazas, no se esperaba que en esta oportunidad la amenaza proviniera del propio ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien a través de su cuenta en Twitter le invitara a “pegarse un tiro” ante cuestionamientos realizados por el comunicador social.
Tras Boscán haber posteado en su cuenta de Twitter @AnderssonBoscan, “En Carondelet le susurran a @Lenin que el costo de quitarle la guardia pretoriana a @MashiRafael podría ser alto si le pasa algo o lo finge. Más alto es el costo de mentirle al país. Si el expresidente tiene miedo a caminar solo que contrate seguridad, dinero mal habido sobra”, el que ha alcanzado hasta el momento unos 1.3 k (1,300) de RT y unos 2.3k( 2,300) “Me Gusta”, al parecer fue el detonante para que Correa retara a tiros al periodista.
Boscán cuestionaba el dinero que destina el Estado ecuatoriano para el pago de la seguridad personal del ex presidente Rafael Correa.
Raudo y veloz, Correa a través de @MashiRafael , su cuenta en la misma red social respondió “Si tú demuestras que tengo dinero mal habido, me pego un tiro. Si no, te lo pegas tú. ¿Qué te parece? De no aceptar, tan solo demostrarás que eres un cobarde, y uno de los varios “periodistas” deshonestos que utilizan su oficio tan solo para desfogar sus odios y frustraciones”, concluye amenazante Correa, quien durante su mandato fue acusado por diversos organismos periodístico de “haber tenido poco aprecio por la Libertad de Expresión en Ecuador.”
Pero la cosa no quedó ahí. El reputado periodista ecuatoriano posteó “No se sorprendan. Los mafiosos siempre creen que la solución es usar pistolas. Cómprese una”.
Mientras que, en referencia a los señalamientos de Rafael Correa, el periodista en cuyo perfil de Facebook reza la frase “Periodismo, el que se cansa pierde”, dijo a FUNDAMEDIOS en Ecuador que “se ha perdido la capacidad de sorpresa” en torno a la inapropiada conducta de un ex mandatario como es el caso de Correa.