Hace años que el gobierno dominicano no incrementa los salarios que devengan los trabajadores dominicanos tanto en el sector público como en el sector privado. Vemos como los funcionarios públicos se auto incrementan sus salarios, por igual los regidores y los alcaldes de los municipios del pais se auto incrementan sus salarios como recién acaba de pasar en San Francisco de Macoris donde los regidores se incrementaron los salarios de $44,000 a 80,000 mil pesos y el alcalde se lo aumentó de 95,000 a 150,000 mil pesos mensuales.
Mientras sucede todo esto el salario del trabajador dominicano esta frizado hace años, inclusive, los mas reputados economistas del país sitúan el valor del salario promedio nacional a como estaba en el año 1991. Eso quiere decir que el valor que tenia el salario promedio nacional en el año 1991 es el mismo valor que tiene el salario actual que devengan los trabajadores dominicanos. Todo este escenario acontece en momentos en que el gobernador del Banco Central, Hector Valdez Albizu, devenga el privilegiado sueldo de 1,500,000 millón de pesos mensuales, todo esto, sin calcular los ingresos adicionales que recibe como pago de tarjetas de crédito, gastos de representación y de combustible, entre otros.
Viene bien preguntarnos si todo este régimen político de privilegios a un pequeño grupo de funcionarios públicos debe ser tolerado por la sociedad dominicana. Adonde han quedado las garras y las fuerzas del pueblo para exigir por todas las vías posibles su merecido incremento de salario y mejoramiento de su calidad de vida.
Hasta cuando el pueblo dominicano seguirá aguantando tantas humillaciones por quienes se consideran los dueños del país y de sus riquezas.
Exijamos al gobierno dominicano el mejoramiento de las condiciones de vida de quienes se levantan a tempranas horas del día a buscar el sustento de sus familias de forma honrada y seria, a diferencia de como se la buscan la gran mayoría de funcionarios públicos y de políticos que pululan las esferas del estado dominicano, los cuales viven permanentemente saqueando las arcas publicas y enriqueciéndose con el dinero del pueblo.
Exijamos nuestros derechos
