SANTO DOMINGO. El politólogo y abogado Belarminio Ramírez Morillo calificó como un feo espectáculo que nada aporta a la convivencia democrática, ni al desarrollo del país, la escena montada por diputados de la oposición frente a la Procuraduría General de la República, mezclándose con un grupo de jóvenes que pretendían instalar un campamento para expresar disgustos en contra de la impunidad.
El académico calificó como inconcebible las pretensiones de los legisladores de utilizar la voluntad de expresión y de protestas para alterar el clima de trabajo en las instituciones del Estado.
Adujo que los dirigentes de la oposición están tomando un camino equivocado para hacer política electoral, ya la mayoría de la población repudia esos actos.
“La inmadurez, el caos, la anarquía y conductas atentatorias contra el orden democrático, históricamente han sido prácticas que generan liderazgos populares que jamás gobiernan porque no concitan confianza en la población que tiene algo que perder” acotó el abogado y escritor.
Ramírez dijo que el país en su historia democrática ha pasado por ciclos caracterizados por recurrentes actos de protestas y alteraciones del orden público, pero nunca estos habían sido protagonizados de forma directa por representantes del Poder Legislativo que son los responsables de producir las leyes.
El académico entiende que el hecho se debe en parte a la falta de un liderazgo respetable en la oposición. Pudiéramos estar iniciando un nuevo ciclo en la forma de hacer política en que la oposición por su falta de organización y legitimidad social recurre a producir escenas de protestas frente a las instituciones que se conviertan en noticias y llamen a la atención de la población.
A juicio del politólogo, la oposición ante su debilidad frente al oficialismo, está optando por la forma más fácil de hacerse sentir e influir en la opinión pública, sin importar que la conducta inmadura afecte al sistema político y convivencia armónica de la sociedad.
Belarminio Ramírez califica como una aventura peligrosa la estrategia y el plan que pudieran estar articulando actores políticos de la oposición. Adujo que hasta ahora la irracionalidad no ha sido positiva para la democracia, pero tampoco les ha arrojado buenos resultados a los dirigentes que la promueven.
El académico y escritor contextualiza que el comportamiento irracional y provocador frente al orden establecido que asume la oposición, en ciertas medidas es fruto de la impotencia por las seis derrotas electorales consecutivas que han recibido del oficialismo.
