En cuanto a las políticas públicas dirigidas a la población adolescente y joven de República Dominicana, un gran desafío, que persiste, lo constituye el segmento que ni estudia, ni trabaja.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) correspondientes al período 2012-2015, el 46.5% de las personas jóvenes de 15 a 24 años no estudiaban ni trabajaban.
Además, un 16.8% de esas personas eran hombres y un 29.7% mujeres, lo que pone en evidencia que las féminas enfrentan una situación aún más desventajosa.
En un artículo relativo a la publicación de un informe del Banco Mundial sobre la población de América Latina que no estudia ni trabaja, se señala que la condición de estas personas “no necesariamente está determinada por la falta de ingreso, sino más bien por la baja calidad de los servicios escolares y por un mercado laboral restrictivo” (De La Paz y Stokes, 2016).
También se indica que, en República Dominicana, tres de cada cinco personas que no estudian ni trabajan son mujeres, y que los factores más influyentes son el matrimonio y el embarazo durante la adolescencia.
Los datos están contenidos en el documento titulado “Gasto público social en adolescencia y juventud 2012-2016”.