Fuente: nuestrotiempo.com.do
Desde que el pueblo dominicano salió multitudinariamente a las calles el pasado 22 de enero ha estado exigiendo con cada vez más fuerza que sean traducidos a la justicia los implicados en la trama Odebrecht y que sean recuperados el dinero y los bienes robados al Estado.
Hasta ahora solo se habla de la suma de 92 millones de dólares repartidos por Ángel Rondón a funcionarios y congresistas para conseguir los contratos de las obras públicas más importantes realizadas en RD en lo que va de siglo.
Sobre la base de los 92 millones de sobornos Danilo Medina ha hecho un acuerdo judicial con la transnacional condenada por mafia en toda la región para la devolución del doble, 184 millones de dólares, y la entrega de los nombres de los funcionarios y congresistas sobornados.
Después que Danilo Medina a través de su procurador se comprometiera a dar a conocer los nombres a más tardar el pasado 19 de mayo, ha faltado nuevamente a su palabra y continúa mareando a la ciudadanía que lucha decididamente en las calles por el fin de la impunidad.
¿Cuál es la causa real de que en nuestro país todavía no se haya hecho nada en este caso de mega corrupción mientras en otros países hay presos y se avanza en las investigaciones de presidentes y expresidentes?
Lo que creemos es que los nombres tienen un solo nombre, un nombre que sintetiza todos los nombres, un nombre que por ser el nombre de la justicia, del Congreso y de todos los poderes públicos también es el nombre de la mega corrupción y la impunidad, el nombre innombrable y ausente de la lista de los sobornados.“El nombre innombrable y ausente de la lista de los sobornados”
Ese nombre es Danilo Medina Sánchez, quien juega a hundir el barco como única manera de salvarse.
Por eso el mareo, por eso, aunque desde la marea verde continuemos pidiendo los nombres, tenemos que estar clara de huevo que al final de cuentas esos nombres son un solo nombre, el quid de la cuestión, Danilo Medina Sánchez no puede auto incluirse en la lista pero las pruebas lo incriminan. ¿Y entonces?
Sabido esto hemos llegado al punto donde tenemos que tomar una gran decisión, la de echar del poder a la mafia que nos gobierna, someterla a la justicia y sentar las bases para un nuevo ciclo político.
Esto debido a que todo lo que ha venido haciendo el danilismo desde que le explotó en sus propias manos la bomba Odebrecht; el simulacro, la represión, la difamación y la creación de listas de falsos positivos ha sido para que el nombre de todos los nombres no aparezca en la lista definitiva de los implicados, y así pueda seguirnos gobernando aun sea de manera ilegítima e ilegal.
Está en nosotrxs, en la ciudadanía, en la marcha verde ponerle un stop a la situación o permitir que nos sigan engañando.
Confiamos en todo lo que hemos aprendido del PLD en general y del danilismo en particular, en la voluntad colectiva que se ha ido forjando al calor de las marchas verdes, en la capacidad de las nuevas generaciones y en el compromiso de una ciudadanía que se ha tomado en serio su objetivo.
La causa por la cual hemos avanzado tan poco en el develamiento de la trama Odebrecht es sencillamente porque el presidente Danilo Medina es uno de sus artífices.
De ahí que el sentido común nos indica que tenemos que concentrar nuestras energías en su destitución como primer paso del fin de la impunidad.
