La doctora Dilia Leticia Jorge Mera y la activista social Katherine Jaime abogaron ayer miércoles por la aprobación de una ley que penalice los acosos sexuales intimidatorios e irrespetuosos contra la mujer que se realizan en las calles, lugares públicos o privados y en áreas de trabajo.
Jorge Mera planteó que, al igual que en otros países, en República Dominicana se consideren un delito los piropos que impliquen acosos sexuales.
Reclamó mayor respeto a la dignidad de la mujer y que se ponga un límite en cuanto a los acosos sexuales callejeros, que estima son hechos por las personas, principalmente por los hombres, de forma unilateral.
Afirmó que los piropos dependen del contexto, del ambiente en que se encuentren las personas, pero que en la calle los hombres se extralimitan e incurren en intimiadaciones.
Manfiestó que en otros países se contemplan multas contra los acosadores sexuales.
Estimó “increíble” que se culpe a las mujeres de las agresiones sexuales callejeras mediante los piropos, por las vestimentas que se ponen.
Entiende que ese criterio de culpabilidad hacia la mujer es incurrir en un irrespeto al derecho individual de la fémina de vestir como le guste.
De su lado, la actvisita social Katherine Jaime coincidió con Dilia Leticia respecto al acoso sexual de que son objeto las mujeres de parte de los hombres en las calles y lugares o centros de trabajo.
Sostuvo que la mujer se siente intimidada desde su casa, cuando piensa en el tipo de vestimenta que utilizará para salir a trabajar, ir los centros de estudios o al trabajo.
Los piropos callejeros o de contenido sexual, los definió como una violación a los derechos de la mujer a transitar, a la seguridad y paz personal.
Opinó que esas violaciones a la intimidad obligan a la mujer a cambiar sus hábitos personales.
Vinculó esas intimidaciones al machismo reinante en República Dominicana y las define como actos de violencia propios de la cultura machista.
Criticó que en el país no haya límites ni un marco jurídico para ese tipo de acoso y práctica machista.
