Un humilde ciudadano que lustra zapatos en una importante plaza comercial de la ciudad de Santo Domingo vociferó entre los peatones «estamos esperando el decreto mas importante en el que Danilo se autodestituirá» provocando esto la risa pálida entre quienes lograron escuchar la estruendosa voz mezclada entre el bullicio de los carros públicos y el transitar de la gente.
Pudiese parecer una chanza de mal gusto o un deseo enardecido de la gran mayoría del pueblo dominicano, pero lo cierto es que muchos dominicanos se despiertan todos los dias esperando lo que nunca llegará: El presidente Medina firmando el decreto de su propia destitución.
Aunque la constitución no estipula esta vía jurídica para la remoción del presidente de su cargo, muchos quisiesen que por esta vía expedita pudiese el pueblo dominicano ver en el Palacio Nacional a un nuevo presidente que asuma con verdadera seriedad las tan importantes funciones de su cargo.
Un presidente que ha demostrado perversa irresponsabilidad a la hora de defender la independencia y la soberanía nacional y que se ha mostrado duditativo a la hora de enfrentar los denunciados actos de corrupción pública, no es un líder que genere en la población el deseo necesario para apoyarle en su vanos intentos por continuar dirigiendo las riendas públicas.
A pesar de las amplias espectativas que el gobierno generó sobre lo que muchos han denominado la «remoción de la mata» realmente los cambios producidos ayer no han hecho mas que profundizar los niveles de desencanto y desesperanza que tiene el pueblo en un gobierno peledeista que no ha sabido resolver ni siquiera uno de los problemas fundamentales que nos aquejan en los ltimos 40 años de vida politica democratica.