El presidente Danilo Medina, el funcionariato público y parte de la élite empresarial nacional que le acompaña por China, están utilizando los mismos medios de transportación pública que usa el ciudadano común.
Esto a diferencia de los irritantes privilegios y de los lujos que con dinero público se da una clase política y empresarial dominicana que por años ha estado ordeñando el presupuesto nacional para financiar sus insaciables deseos.
Hasta para da un pésame en el interior del país se han visto importantes funcionarios del tren gubernamental alquilando lujosos y costosos helicópteros con dinero del pueblo.
Igual no pasa en los viajes oficiales que realiza el presidente y el equipo de funcionarios que le acompañan, ya que tienen que someterse a los protocolos oficiales del país anfitrión y a sus rígidas leyes que prohíben y sancionan el uso de dinero público para financiar privilegios a quienes les gobiernan.