HATO MAYOR. La jaiba de río dominicana se encuentra en riesgo de extinción debido a la captura indiscriminada de ese crustáceo de agua dulce en los campos del Este para venderla abiertamente en carreteras, ante la mirada indiferente de las autoridades de Medio Ambiente.
Su captura es masiva pese a existir una veda dispuesta por las autoridades, pero Medio Ambiente no hace nada para detener el daño que se hace a los ríos con las excavaciones a las camas del crustáceo.
Ya en Hato Mayor existe una comunidad denominada “La Jaiba” porque en el lugar se encuentra el crustáceo a cualquier hora durante los siete días de la semana. Una docena de la Epilobocera haytensis, nombre científico de la jaiba, cuesta RD$250.00 si son de tamaño mediano y 300 pesos las de un tamaño mayor.
En la captura participan familias completas que ven la venta como un ingreso económico en los hogares pobres.
Inmigrantes haitianos también han visto el negocio rentable y han ido de manera paulatina desplazando a los dominicanos en comunidades como San Rafael, Juan Jiménez, Kilómetro 15, Kilómetro 20, Jalonga y Guayabo Dulce, en la provincia Hato Mayor.
En El Seibo se han hecho populares los puntos de ventas de Jaiba, La Higuera y Cruce de Pavón.
En tanto que San Pedro de Maciris se venden Boca del Soco y la Autovía del Este, sin que Medio Ambiente intervenga.
Las riberas de los ríos Higuamo, Maguá, Guamira, Yanifia, El Sano, Almirante, Casui, Azuí, El Soco, Seibo, Magua, han sido depredadas sus al cavar los refugios de la jaiba para su captura y posterior venta.
El posible exterminio de la endémica especie, creen ha iniciado por Hato Mayor donde técnicos agrícolas e instituciones ecologistas, advierten del peligro que representa para los cauces de ríos y arroyos matar el crustáceo.
Vladimir Mella, vocero de la Marcha Verde en Sabana de la Mar, acusó a las autoridades provinciales de Medio Ambiente de no hacer nada para detener el crimen que se hace a la naturaleza con la explotación comercial de la jaiba de agua dulce.
