Sin lugar a dudas el gran tema nacional de la semana que finaliza fue la polémica entrevista realizada en un programa radial a la comunicadora y modelo, Amelia Alcántara.
Ya es sabido por todos las francas y sinceras declaraciones vertidas por una Amelia que no tuvo ningún tapujo ni siquiera para citar nombres de reconocidas figuras públicas del ámbito artístico y político.
Hasta llegó a confesar que ella y sus denominadas “hermanas», han compartido con el mismo hombre aun éste tenga una relación matrimonial con otra mujer. Inclusive dijo «todas las comunicadoras se han acostado con hombres casados».
Estas declaraciones que no son muy dadas a ser escuchadas en los medios de comunicación de una sociedad dominicana aun conservadora y en donde ciertos temas son tocados con pinceladas, han provocado todo un maremoto que ha remeneado hasta la conciencia de las figuras mas representativas del feminismo nacional tales como la comunicadora Zoila Luna y la orientadora familiar Ana Simó.
Ambas criticaron las declaraciones de Amelia Alcántara y pidieron a los hombres dominicanos desmontar ese paradigma de que para acercársele a una mujer hay que tener dinero.
Todo este marmullo provocado por la comunicadora que tal vez sin proponérselo se colocó, al menos por una semana, en la figura pública mas mencionada en todos los medios de comunicación del país.
A esto se le suma el pedido de un grupo de ciudadanos que interactúan en las redes sociales, en el que solicitan declarar a Amelia Alcántara como la “Reina Nacional del Chapeo”.
Este pedimento ha provocado el apoyo masivo de cientos de hombres que apoyan la franqueza y sinceridad mostrada por una comunicadora que no hizo mas que revelar un secreto a voces.
Y es que los medios de comunicación de la República Dominicana han sido asaltados por personas que van allí a promocionar sus talentos físicos y sus voluptuosos cuerpos para desde ese privilegiado espacio recibir todo tipo de ofertas de empresarios y políticos adinerados capaces de pagar con cheque en blanco una loca noche de lujuria y de pasión.